Las agrupaciones de estudiantes secundarios y universitarios chilenos convocaron a una nueva marcha el próximo martes 10 de junio para protestar contra la reforma educativa del gobierno, que consideran insuficiente y en la que demandan más participación.
"No sirve que se envíen proyectos que terminan con algunas reglas del mercado si seguimos abandonando la educación pública, que es donde miles y miles de chilenos debieran tener puestas sus esperanza", dijo la dirigente estudiantil de la Universidad Católica, Naschla Aburman.
La presidenta Michelle Bachelet ha enviado al Congreso un primer paquete de leyes para acabar con el copago de las familias y el lucro en escuelas subvencionadas, así como con la selección, que a juicio del gobierno segrega por origen socioeconómico.
El proyecto obligará a las escuelas subvencionadas a convertirse en fundaciones sin fines de lucro, o en caso de negarse, el Estado se ofrece a comprarles su infraestructura para seguir operando el colegio. También tienen la opción de convertirse en colegios privados.
Los estudiantes aseguran que el proyecto no cambia las bases de mercado del modelo educativo, al financiar las escuelas según su demanda entre otras medidas, y piden ser considerados en el diseño de la reforma, que se está debatiendo en el Congreso.
"La falta de confianza viene de antes de los proyectos" de ley, dijo Bachelet este miércoles.
"Siento que probablemente no hay toda la información, hay impaciencia, lo que es natural, pero insisto, (...) hay un compromiso profundo con cambiar el sentido básico de la educación, de transformarla de un bien de consumo en un bien social y eso creo está en el mismo espíritu de los estudiantes", agregó la mandataria.
El emblemático Instituto Nacional, el colegio público de más excelencia del país, lleva dos semanas tomado por sus estudiantes en protesta por la reforma educacional del gobierno, y que piden ampliar la discusión en torno a la selección de los alumnos.
También el Internado Nacional Barros Arana fue ocupado por sus estudiantes, en demanda de mejoras en la alimentación y la mantención del edificio.
El martes "se tomaron aproximadamente cuatro colegios. Acá hay un descontento generalizado", dijo la portavoz de los estudiantes secundarios, Lorenza Soto.
El fenómeno de las tomas de colegios públicos se exacerbó en 2011 en el marco de las masivas protestas estudiantiles para pedir una educación pública, gratuita y de calidad, como una medida de protesta que dejó a miles de estudiantes sin clases y obligó a muchos a repetir el curso./AFP