Estados Unidos añadió este miércoles a su lista negra once personas y una sociedad acusadas de facilitar el envío de combatientes a "organizaciones terroristas" tales como el Estado Islámico (EI), Al Qaida y el Frente Al Nosra.
Según el Tesoro estadounidense, estas sanciones van a "complicar las tentativas" de estos grupos de llevar los fondos y transferirlos "a Siria y en otros lugares".
Este anuncio viene después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, llamara en la Asamblea General de la ONU a la comunidad internacional a la unidad este miércoles contra los extremistas, durante el segundo día de los primeros bombardeos en Siria y en medio de la preocupación por el flujo de yihadistas extranjeros hacia la zona.
Las sanciones estadounidenses comprenden a once individuos, entre ellos tres indonesios, dos jordanos y un georgiano, que habrían facilitado los "combatientes" y fondos en beneficio de organizaciones "terroristas", indica el comunicado del Tesoro, que cita además a una sociedad indonesia que se ve igualmente afectada.
Debido a estas sanciones, los eventuales activos de estas personas en Estados Unidos serán congelados y las empresas estadounidenses no pueden realizar negocios con ellas.
Para la administración estadounidense, estas medidas "completan" la resolución adoptada este miércoles por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para frenar el flujo de yihadistas extranjeros en Siria e Irak y enfrentarse a la amenaza que representan para su país de origen.
"Estas medidas (...) reafirman el compromiso de Estados Unidos y de nuestros socios para debilitar y eliminar el acceso de los terroristas a los circuitos de financiación", declaró David Cohen, subsecretario del Tesoro encargado de la lucha antiterrorista, citado en el comunicado.
Yihadistas solo entienden idioma de la Fuerza: Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo el miércoles un dramático llamado ante la Asamblea General a la unidad en la lucha contra los yihadistas del movimiento Estado Islámico (EI), grupo que anunció haber decapitado a un rehén francés en Argelia.
"Estados Unidos trabajará con una amplia coalición para desmantelar esta red de la muerte. Hoy le pido al mundo sumarse a este esfuerzo", dijo Obama durante su discurso en la apertura de la Asamblea de la ONU en Nueva York.
El mandatario estadounidense señaló que el único idioma que entienden los yihadistas es "el lenguaje de la fuerza", defendiendo así la decisión de Estados Unidos de bombardear junto a una coalición posiciones del EI en Siria e Irak.
Los ataques continuaron el miércoles, un día después de que Washington dirigiera una serie de 16 ataques sobre suelo sirio -los primeros contra este territorio-, con sus aliados árabes (Jordania, Bahréin, Catar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos).
En su discurso, Obama no buscó figuras retóricas para su mensaje: "El grupo terrorista conocido como EI debe ser debilitado y finalmente desmantelado. Este grupo ha aterrorizado a todos los que se cruzan en su camino en Irak y en Siria", dijo.
Obama dijo que su país usará "el poderío militar en una campaña de ataques aéreos (...). Vamos a entrenar y equipar fuerzas que combatan a estos terroristas en el terreno. Vamos a cortar su financiamiento y el flujo de combatientes".
Poco después de que concluyera el discurso de Obama, un grupo yihadista argelino vinculado al EI, Yund al Jilafa, reivindicó con un video la decapitación de un francés secuestrado el pasado domingo, y cuyo asesinato siguió a un ultimátum para que Francia dejase de participar en los ataques aéreos contra el Estado Islámico en Irak.
El presidente de Francia, François Hollande, presente en Nueva York reaccionó a la noticia denunciando que la ejecución de Hervé Gourdel, de 55 años, fue un "asesinato cruel y cobarde" y adelantó que Francia continuará apoyando las acciones militares contra el EI.
De su lado, Bélgica anunció que se sumaba a la coalición internacional con el despliegue de seis aviones de combate F-16.
- "Detener crímenes atroces" -
Ya en la apertura de la sesión de la 69ª Asamblea General de la ONU, el secretario general de la entidad, Ban Ki-moon, trazó un sombrío panorama internacional, para apuntar que los últimos 12 meses fue "un año terrible".
"Ha sido un año terrible para los principios consagrados en la Carta de Naciones Unidas. Desde bombas improvisadas a decapitaciones, desde hambrunas forzadas de civiles al ataque de hospitales, refugios y convoyes de la ONU, los derechos humanos y el estado de derecho están bajo ataque", lamentó Ban.
De acuerdo con Ban, en 2014 "el horizonte de la esperanza se ha ensombrecido". En Irak y Siria, añadió, "se ven nuevas profundidades de barbarie a cada día que pasa", y señaló que se necesita una "acción decisiva para detener crímenes atroces".
Durante la jornada, Obama presidirá una reunión del Consejo de Seguridad que se propone adoptar una resolución sobre el espinoso tema de los llamados "combatientes extranjeros", que viajan a Siria o Irak para sumarse al grupo yihadista.
En tanto, la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, condenó la generalización del uso de la fuerza, y alertó que los instrumentos de la comunidad internacional se muestran incapaces de resolver problemas.
Ese recurso a la fuerza armada ha conducido a una "trágica proliferación en el número de víctimas civiles y catástrofes humanitarias. No podemos permitir el aumento de estos actos de barbarie, que hieren nuestros valores éticos, morales y civilizatorios", dijo.
A su turno, la mandataria chilena Michelle Bachelet advirtió sobre la "amenaza" para los derechos humanos que significa el "ciclo de crisis" en lugares como Siria, Irak o Gaza.
"Vivimos un ciclo de crisis, muy focalizadas, pero con devastadoras consecuencias humanitarias", señaló Bachelet.