El gobierno estadounidense condenó el secuestro del general Andrés Alzate por parte de las Farc, acción que motivó la interrupción de las conversaciones de paz que se realizaban en La Habana.
"Condenamos el secuestro del brigadier general Alzate y sus compañeros de viaje, el 16 de noviembre, en particular teniendo en cuenta los esfuerzos realizados por el gobierno colombiano", dijo Jeff Rathke, director de la oficina de prensa del Departamento de Estado.
El general Alzate, el cabo Jorge Contreras Rodríguez y la abogada Gloria Urrego fueron interceptados el domingo por unidades rebeldes móviles, "en ejercicio de sus tareas de seguridad", en el departamento occidental colombiano de Chocó, indicó la guerrilla en un comunicado publicado en su página web y leído en La Habana por su delegación de paz.
"Hemos apoyado desde hace mucho tiempo a Colombia y a los esfuerzos del gobierno colombiano para llevar paz a su pueblo", dijo Rathke.
No obstante, el funcionario evitó analizar la decisión del gobierno de no autorizar el viaje de una delegación negociadora a La Habana para retomar las conversaciones con las FarcC.
"No voy a caracterizar aquí la reacción del gobierno. Obviamente, condenamos el secuestro del general Alzate", comentó.
Negociadores de las FARC y del gobierno debían retomar este martes las conversaciones en La Habana, pero el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, determinó el lunes que la delegación oficial no viaje a Cuba a raíz del secuestro de Alzate.
La suspensión de las negociaciones de paz con las Farc constituyen la peor crisis desde el inicio de los diálogos hace dos años y pone lunes una fuerte presión para que el grupo armado libera el jefe castrense.
El proceso de paz se desarrolla en La Habana desde el 19 de noviembre de 2012 sin un cese al fuego en Colombia, con miras a poner fin a un conflicto armado de medio siglo.