Preocupado porque cuando ya está terminando la temporada de lluvias, el nivel de los embalses en el departamento alcanzó un nivel del 53 por ciento de capacidad, cifra inferior a los niveles históricos para enfrentar el fenómeno de El Niño que se aproxima, se mostró el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ignacio Ballesteros.

“El agua que cayó no fue suficiente y no pudieron recargarse. En Cundinamarca tenemos unas regiones que sufren más por el fenómeno de la temporada seca y por problemas de desabastecimiento. Es el caso de la zona del Tequendama en municipios como Anapoima, Apulo, La Mesa, entre otros, pero hoy nos preocupa mucho la zona de la Sabana de Bogotá por el número de habitantes que hay  sobre la cuenca del río Bogotá que son cerca de un millón, ya que ese sector es regulado por estos embalses que están en un 53 por ciento”, dijo Ballesteros.

Así mismo, el director de la CAR señaló que con las gobernaciones de Cundinamarca y Boyacá y los alcaldes de la jurisdicción se van a establecer planes de contingencia y medidas de choque para enfrentar el fenómeno de El Niño.

“Vamos a implementar programas de uso eficiente y ahorro del agua. Una de las medidas es la construcción de reservorios de agua que desde hace dos semanas la CAR comenzó a construir porque es una manera que las personas de zonas rurales puedan almacenar el líquido para actividades pecuarias y agrícolas y no versen afectadas por la temporada seca”, anotó el director de la CAR.

Por esta razón, la CAR, el Ideam y las gobernaciones de Cundinamarca y Boyacá se reunieron hoy con los alcaldes de su jurisdicción (Cundinamarca y Boyacá) para socializar los impactos que podría generar el fenómeno de El Niño

En un  análisis más minucioso se pudo establecer que en comparación con el año anterior los embalses del Neusa y Sisga que registraron para esta misma época un almacenamiento en promedio del 83 y 62 por ciento de este recurso respectivamente, en 2014  no superan el 64 y 40 por ciento, lo que evidencia una disminución considerable en el promedio histórico  de su porcentaje de reserva.