Un pedido oficial de ayuda para recapitalizar la banca hará España el próximo lunes, anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, después de que sendas auditorías privadas evaluaran las necesidades del sector financiero en 62.000 millones de euros en el peor de los casos.
Al ser interrogado sobre las condiciones del rescate a la banca española, asfixiada tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008, el Ministro respondió que se trabaja sobre "parámetros" ya existentes, basados en acuerdos con otros países que han recibido ayuda de la zona euro.
“Barajamos plazos largos; van mas allá de los 15 años, con períodos de gracia de entre cinco y diez años, y tipos de interés que están dentro del 3 y 4 por ciento”, dijo De Guindos.
La meta es sellar el Memorando de Entendimiento con el plan de rescate español el 9 de julio. Pero aún quedan detalles en el aire, como el monto exacto de los fondos que la zona euro entregará a España y sobre todo, las condiciones que Bruselas exigirá a cambio.
Esa factura vendría acompañada de nuevas exigencias de austeridad en un momento en que el país, en recesión y con una tasa de desempleo del 24,44 por ciento, intenta reducir su déficit público del 8,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al 5,3 por ciento este año.
De momento es importante señalar que "tenemos una hoja de ruta", afirmó De Guindos.
Según el Ministro, la entrega del préstamo se hará o con capital líquido o mediante la emisión de bonos del fondo de rescate europeo. Pero tanto en uno como en otro caso computará como deuda ya que la ayuda a los bancos más fragilizados se canalizará a través del fondo público español de ayuda a la reestructuración del sector bancario (FROB).
De Guindos insistió que "está abierta" la opción de inyectar los fondos directamente la banca, una idea que defiende la directora gerente del Fondo Monetario Internacional el FMI, Christine Lagarde, para evitar que engorde la deuda pública del país. / AFP