Acostumbrada a los éxitos de su selección de fútbol, España mitigó la decepción y reaccionó en los Juegos Olímpicos de Londres, cuando quedan sólo cinco días para la clausura, sumando tres medallas, entre ellas su primer oro, para la windsurfista Marina Alabau.

Fue la heroína del día para los aficionados españoles, que llevaban desde el 28 de julio, cuando se repartieron las primeras medallas en la capital británica, esperando un título olímpico que haga sonar su himno nacional.

Las otras dos medallas del día fueron de plata, para Andrea Fuentes y Ona Carbonell en dúo de nado sincronizado, y para Javier Gómez Noya en el triatlón.

Antes de este martes tan positivo, España había cosechado el mismo número de metales, pero ninguno de ellos de oro, con dos platas para la nadadora Mireia Belmonte y un bronce para la piragüista Maialen Chourraut.

"Estoy superorgullosa", afirmó tras su victoria, que celebró bailando y haciendo ondear una bandera española en la proa de la lancha que le traía a puerto bajo las ovaciones de numerosos seguidores.

Alabau, que cumplirá 27 años el próximo 31 de agosto, podría ser además la última campeona olímpica de RS:X, una prueba que la Federación Internacional de Vela (FIV) decidió reemplazar por el kitesurf en Rio de Janeiro 2016.

Su oro se esperaba en los últimos días, ya que le bastaba con quedar séptima en la regata 'Medal Race' de este martes para asegurar la primera posición, después de dominar con autoridad.

También había muchas esperanzas en las chicas del nado sincronizado, que no fallaron pese a que ya no cuentan con la emblemática Gemma Mengual: Andrea Fuentes y Ona Carbonell, dignas herederas, se llevaron la plata a ritmo de tango, sólo superadas por las rusas Natalia Ischenko y Svetlana Romashina.

"Ni hemos visto la puntuación, ni sabemos lo que hemos sacado. Sólo sabemos que hemos quedado segundas y hemos ganado a las chinas que hasta ahora estaban por delante nuestro", señaló Fuentes, que en Pekín-2008 ya había conseguido la plata en esta prueba, con Mengual como compañera.

Pero la primera medalla del día y la única masculina de las seis que cuenta el país había sido sumada por Javier Gómez Noya, campeón mundial de triatlón en 2008 y 2010, que sólo fue superado por uno de los ídolos locales, el actual campeón del mundo Alistair Brownlee.

"Yo quería estar con los Brownlee porque sabía que eran los favoritos. El tramo en bicicleta fue duro. Luego corrimos muy rápido. Intenté luchar con Alistair pero iba muy fuerte y no pudo ser", explicó.

¿Será capaz España de llegar a la decena de medallas? Los deportes de equipo deberían acudir al rescate de la delegación, por lo menos para superar los once metales que el equipo consiguió en Sídney-2000, la peor edición para los españoles (11 medallas, tres de oro) desde la eclosión de Barcelona-1992.

En los Juegos en los que fueron anfitriones el país consiguió 22 medallas (13 de oro), cuando sólo había sumado cuatro en Seúl-1988. A partir de ahí los programas de apoyo al deporte han impulsado el balance del país en el medallero.

En Atlanta-1996 se consiguieron 17 medallas (cinco de oro), luego llegó el mal dato de Sídney y en Atenas-2004 la cosecha fue de 19 metales, pero sólo tres dorados. En Pekín-2008 cinco fueron de oro, en un total de 18.