El flamante primer ministro francés Manuel Valls obtuvo un voto de confianza de la Asamblea Nacional francesa, cámara baja del parlamento, tras un discurso en el que prometió bajar los costos laborales y reducir los impuestos.
Manuel Valls, del Partido Socialista obtuvo 306 votos a favor, mientras que 239 diputados votaron en contra y 26 se abstuvieron, anunció el presidente de la cámara, Claude Bartolone.
El nuevo jefe del gobierno superó ampliamente la mayoría absoluta, que es de 289 sobre 577, pero no logró convencer a la totalidad de los tres grupos que apoyan al gobierno, socialistas, ecologistas y radicales de izquierda, que suman 325 diputados.
Manuel Valls, nacido en España hace 51 años y de nacionalidad francesa desde los 20 años de edad, fue nombrado primer ministro el 31 de marzo pasado tras una debacle de los socialistas en las elecciones municipales.
En su discurso inaugural, Manuel Valls prometió decirle la "verdad" a los franceses, un estilo de gobierno "eficaz" y poner en marcha el "pacto de responsabilidad" para el crecimiento económico anunciado por el presidente François Hollande a comienzos del año.
En ese sentido, Valls confirmó el martes una reducción de costos laborales y prometió reducciones fiscales para las familias del país más modestas, en su declaración de política general ante el parlamento.
Esa reducción de costes laborales tendrá un valor global de 30.000 millones de euros, de aquí a 2016, y las reducciones fiscales y otras medidas en favor de las familias serán de 5.000 millones de euros, en un período hasta 2017, anunció Valls.
"El momento de decisión ha llegado" aseguró el primer ministro, aludiendo al llamado Pacto de responsabilidad, presentado por el presidente François Hollande en enero, con el objetivo de elevar la competitividad de las empresas para estimular la creación de empleo.
Según algunos expertos, los elevados costes laborales en Francia impiden la creación de empleo y lastran la competitividad de las empresas.
"Apoyar a las empresas es apoyar el empleo, las inversiones, las exportaciones" afirmó Valls ante los diputados franceses.
En este aspecto, anunció que el impuesto sobre sociedades --que es en Francia uno de los más elevados de Europa-- sería rebajado al 28% de aquí a 2020, con una primera etapa en 2017.
El impuesto sobre sociedades en Francia tiene una tasa nominal en torno al 33%, pero puede ir hasta el 38% para las grandes empresas.
Por otra parte, el primer ministro afirmó que hay que proseguir con el saneamiento de las cuentas públicas, y confirmó el objetivo de reducir en 50.000 millones de euros el gasto público entre 2015 y 2017, en un "esfuerzo que será compartido por todos".
Sin embargo, Valls dijo que esos esfuerzos "no deben frenar el crecimiento" --que fue de sólo 0,3% en 2013-- por lo que propuso un "cambio de ritmo para evitar recurrir al impuesto".
Francia registró un déficit público de 4,3% del PIB en 2013, en baja respecto a 2012 (4,9%) pero aún superior a la meta del gobierno, de 4,1%. La deuda pública se elevó por su lado hasta un 93,5% del PIB francés.
El déficit registrado en 2013 hace improbable que Francia pueda respetar su compromiso ante sus socios europeos de reducirlo a menos de 3% en 2015. París, que ya se ha beneficiado de dos prórrogas, podría solicitar una tercera para cumplir con las metas impuestas por Bruselas.
Al inicio de su discurso de 47 minutos, admitió la situación en Francia, donde según él hay "demasiado sufrimiento y escasa esperanza" entre los que "tras una vida de esfuerzos, viven con una pequeña pensión"./AFP