El ejército sirio y los rebeldes luchaban el jueves por el control de Yabrud, una ciudad al norte de Damasco y aledaña a Líbano, mientras que en Alepo, ocho soldados murieron en un triple atentado suicida contra la prisión central.

En la provincia de Homs (centro), 18 rebeldes murieron el jueves en la madrugada en un asalto contra un pueblo alauita, donde fueron repelidos por soldados y miembros de una milicia favorable al régimen, añadió el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que se apoya en una amplia red de activistas y fuentes médicas.

Cerca de la frontera con Líbano, intensos combates se desarrollaban en los alrededores de Yabrud, la última localidad de importancia en manos de los rebeles en la región montañosa de Qalamun.

"Hay un gran número de bajas en ambos bandos, aunque no podemos dar una cifra exacta", declaró el OSDH.

Según el diario progubernamental al Watan, "el ejército sirio avanza hacia la ciudad y se prepara a tomar el control". Una fuente de seguridad indicó que el objetivo era "avanzar por todos los frentes hasta conquistarla completamente".

Una fuente cercana al Hezbolá afirmó a la AFP que "Yabrud será conquistada (...) muy pronto por la fuerza o la negociación. Luego se procederá a tomar el control de la montaña que lleva al pueblo (libanés) de Aarsal".

Para el Hezbolá esta batalla es crucial. Los coches bomba utilizados en los atentados de los últimos meses contra sus bastiones en Líbano provienen de esta localidad.

En Alepo, en el norte de Siria, ocho soldados murieron y 20 resultaron heridos tras un ataque suicida perpetrado por el Frente al Nosra.

Según el OSDH, un coche bomba estalló frente a la entrada de la cárcel y luego dos kamikazes se hicieron estallar dentro del establecimiento penitenciario. La aviación comenzó entonces a bombardear los alrededores de la prisión.

El ejército había retomado a principios de febrero el control de esta cárcel, que había caído en manos de los rebeldes tras combates.