Enfrentamiento empaña marcha de opositores paquistaníes | El Nuevo Siglo
Viernes, 15 de Agosto de 2014

Enfrentamientos entre partidarios de la oposición y del poder empañaron este viernes la multitudinaria marcha de los opositores Imran Khan y Tahir ul-Qadri hacia la capital Islamabad para exigir la renuncia del gobierno.

 

La "marcha de la libertad", que coincide con el 67º aniversario de la independencia de Pakistán, salió el jueves de Lahore (este) y debía llegar la noche del mismo día a Islamabad, a más de 300 km.

 

Pero al cabo de una jornada, los manifestantes, que van en autos, motos y buses, estaban todavía a la salida de Lahore, tras circular todo el día y la noche por las calles de este feudo del primer ministro Nawaz Sharif, al que le exigen que dimita.

 

En Gujranwala, ciudad vecina de Lahore, unas decenas de partidarios del primer ministro Sharif lanzaron piedras contra la caravana blindada de Khan, ex jugador de cricket reciclado en político, según un periodista de la AFP en el lugar.

Según testigos y la policía, los partidarios de Khan y de Sharif se enfrentaron en esta ciudad.

"Nos disparan con balas de verdad... y la policía no hace nada", sostuvo Khan en el canal local ARY, una afirmación que no se pudo confirmar por fuente independiente. Un periodista en el lugar no oyó ningún disparo.

"Dije que un millón de personas iban a marchar sobre Islamabad, y van a hacerlo", prometió Khan.

Los observadores esperan más bien entre 50.000 y 100.000 manifestantes en la capital, que parecía una ciudad asediada por el despliegue de más de 20.000 policías y paramilitares.

Las autoridades habían prohibido inicialmente esta procesión política e incluso asignado a residencia al religioso Tahir ul Qadri, que regresó en junio desde Canadá, donde vive, para lanzar una "revolución" en Pakistán, pero finalmente dieron marcha atrás.

 

La capital parecía el viernes por la mañana en estado de sitio. Las autoridades desplegaron 20.000 policías y paramilitares y colocado contenedores en los ejes de carretera para delimitar esta "macha de la libertad".

Los empleados de las embajadas y de la ONU seguían confinados el viernes, por temor a un estallido de la violencia.

 

El núcleo de la disputa entre los líderes opositores Imran Khan y Tahir ul-Qadri y el gobierno es el resultado de las elecciones legislativas de mayo de 2013, que permitieron a Nawaz Sharif tomar el poder por tercera vez en la historia del país.

La Liga Musulmana (PML-N) de Nawaz Sharif obtuvo la mayoría en las legislativas, aplaudidas por los observadores internacionales pese a irregularidades en algunas circunscripciones.

El Partido de la Justicia de Imran Khan quedó tercero y denuncia un fraude electoral masivo.

Por su lado, el paquistaní-canadiense Tahir ul-Qadri y su Movimiento del Pueblo de Pakistán (PAT) boicotearon los comicios, después de dirigir una amplia sentada en el centro de Islamabad para exigir una reforma electoral.

Qadri, que cuenta con un núcleo duro de devotos, repitió en los últimos días que luchaba por un Pakistán "democrático, moderado y progresista" pero su "revolución" junto a Imran Khan siembra la duda.

 

Los dos hombres están acusados de actuar de acuerdo con el ejército, o al menos parte de los potentes servicios de inteligencia, en este país abonado a los golpes de Estado.

Según algunos analistas, el ejército querría presionar a Sharif con el que mantienen varios contenciosos, entre otros sobre los juicios por "alta traición" contra el exgeneral Pervez Musharraf, sin querer la caída del gobierno.

Mientras avanza la marcha, la violencia islamista continúa en otros puntos del país.

 

La noche del jueves al viernes, las fuerzas de seguridad repelieron un ataque de un comando talibán contra dos bases aéreas en la provincia de Baluchistán (suroeste), y mataron al menos a ocho insurgentes.