A DÍAS de instalarse una nueva legislatura en el Congreso de la República, el expresidente Álvaro Uribe hizo referencia al proyecto de reforma laboral, una de las propuestas más polémicas del Gobierno Petro y que superó su primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes el pasado 18 de junio.
Según el líder natural del Centro Democrático, esta iniciativa es un “capricho” de la administración actual para derogar algunas normas que fueron aprobadas durante su gestión como mandatario nacional.
“La reforma laboral por costos y pánico a empleadores estimula más la informalidad y no crea empleo de calidad. Además, sin más empleos habrá más oferta de trabajadores y menos buenas condiciones laborales”, indicó Uribe.
Además, el expresidente aseguró que “la reforma no crea recargos, sino que aumentan los existentes. Todo parecería un capricho, una vanidad para derogar normas que se crearon en el gobierno presidido por un ‘fulano’”. Al decir el término ‘fulano’, muchos aseguraron que Uribe hacía referencia a él mismo, quien gobernó al país en dos oportunidades desde 2002 hasta 2010.
También tildó la reforma laboral, que debe pasar tres debates más antes de convertirse en ley de la república, como una “una resaca de la vieja confrontación, del odio comunista”. Uribe dijo que hay otros mecanismos distintos a un proyecto como este con el que se pueden mejorar las condiciones de los empleados en Colombia.
En respuesta, la representante del Pacto Histórico y una de las ponentes de la reforma laboral, María Fernanda Carrascal, indicó: “No es usted la persona más capacitada ni idónea para dar línea sobre la generación de empleo o combatir la informalidad. La Ley 789 de 2002, su reforma laboral, fue un rotundo fracaso. Usted prometió que abaratando los costos de los empleadores quitándole derechos y bienestar a los y las trabajadoras iba a crear 260.000 empleos en el primer año y otros 700.000 al final de su primer gobierno. ¿Cuáles fueron los resultados? Un estudio del Observatorio del Mercado de Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Externado comprobó que apenas llegaron a generar 40.000 puestos de trabajo. Una vergüenza”.
La congresista también dijo a Uribe que “su mantra patronal de ‘trabajar, trabajar y trabajar’ fue aplaudido a rabiar por los medios de comunicación y los gremios más poderosos, pero fue un terrible desacierto para nuestra productividad. Después de 20 años de hegemonía de su grupo político, después de 20 años de que este país ha seguido y profundizado el modelo laboral y económico que usted propuso y defiende, en el primer trimestre de este año Colombia fue tristemente reconocido por la OCDE como el país menos productivo de esa organización. Colombia es el país que más madruga, pero también el que menos produce”.