Valores como enfoque poblacional, cambio climático, protección de los derechos humanos y principalmente el reconocimiento de los ciudadanos como principales actores, son las respuestas que coincidieron las bancadas de la Comisión del Plan del Concejo de Bogotá que decidirá si aprueba o no en primer debate el Plan de Desarrollo del alcalde Mayor, Gustavo Petro.
Un sondeo realizado por EL NUEVO SIGLO en torno a los tres enfoques positivos y negativos de la carta de navegación 2012-2016, demostró que las tendencias políticas brillaran a la hora de votar el 25 de mayo el proyecto, principalmente la coalición mayoritaria de oposición al gobierno Distrital, que seguramente aplicará la aplanadora.
Una de las mayores preocupaciones de los concejales son las fuentes para financiar los 61 billones que vale el proyecto “Bogotá Humana”, demasiado ambicioso, sin metas concretas, nuevas cargas tributarias, compromiso de los recursos que afectarán a las futuras generaciones o que no hay estudios y análisis en temas vitales.
El pronunciamiento de la bancada de La U, en oposición, plantea como positivo que la educación e infancia tengan una correcta ejecución de recursos, la apuesta por el ambiente que asegura el bienestar de las generaciones futuras y el eje social. En la misma orilla pero más fuerte, Roberto Hinestrosa Rey de Cambio Radical, calificó como aspecto positivo que “La administración lo presentó”.
La bancada del Polo Democrático Alternativo, posible aliado del gobierno a la hora de votar, destacó que se ataca la segregación humana en todas sus manifestaciones, la concepción de la democratización frente al usufructo de los bienes y la incorporación del interés y las acciones frente al proceso de reconciliación.
Para el vocero del Partido Conservador Colombiano, Omar Mejía Báez, la inclusión de una estrategia para la reducción de basuras y la formalización del reciclaje, la ampliación de la Red de Ciclorutas y la inclusión de un programa de trabajo decente y digno en Bogotá, son los elementos que sobresalen en la propuesta.
Mientras la bancada del Mira, tradicionalmente vota negativo, destaca el enfoque poblacional y cambio climático. El Partido Verde, señala que es una ruta de transformación urbana, reducir la desigualdad y el cambio climático.
Lo negativo
Al tiempo que faltan once días para la votación, la administración deberá tener en cuenta los pronunciamientos de su propio movimiento, Progresistas, quienes se quejaron por una baja meta de matrícula escolar pública, falta énfasis en una política de trabajo decente y plantea que se insiste en el cobro del alumbrado público.
El otro partido de izquierda pide que el Plan sea más consecuente al momento de concretar programas, distribución de los recursos financieros, ajustar el discurso general a programas y proyectos con metas claras e indicadores evaluables y diferenciar asuntos que corresponden al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) frente a facultades que solicita el mandatario.
El pronunciamiento más fuerte lo hizo el Partido de La U al plantear que el Plan de desarrollo no tiene líneas de base lo que hace imposible la medición y avances; no tiene claridad en la financiación de programas y proyectos; y le hace falta una estrategia para la seguridad en Bogotá.
En el mismo sentido, Cambio Radical señala que es una colcha de retazos producto de la socialización reconocida como fracaso, desfinanciación por más de 6 billones de pesos y no se presentan los proyectos de manera estructurada en sectores de movilidad, vivienda, población desplazada.
Para el presidente de la Comisión, Jorge Duran Silva del Partido Liberal denunció que no se puede cambiar la naturaleza jurídica de Transmilenio ni crear entidades.
En el Partido Verde hay incertidumbres sobre fuentes de financiamiento, débiles los programas de educación, atención a la niñez y descontaminación del río Bogotá terriblemente.
Antes del 25 de mayo los habitantes de la capital del país podrán conocer sin el Plan de Desarrollo del alcalde Mayor Gustavo Petro Urrego es aprobado por el Concejo o se expide por decreto.