Endurece el tono Casa Blanca sobre armas químicas en Siria | El Nuevo Siglo
Lunes, 26 de Agosto de 2013

El endurecimiento del tono de Estados Unidos tras un ataque con armas químicas en Siria la semana pasada marcó una evolución notable del presidente Barack Obama, quien jamás ha ocultado su reticencia a intervenir militarmente en Medio Oriente.

Cuando el viernes ya habían dado la vuelta al mundo las imágenes de decenas de cadáveres de civiles, muertos según la oposición dos días antes en un ataque de las tropas sirias con armas químicas en las afueras de Damasco que dejó 1.300 fallecidos, Obama seguía mostrándose prudente y declaró a la CNN, que, en su opinión, las denuncias eran "un acontecimiento importante y muy preocupante".

Pero este lunes el secretario de Estado, John Kerry, afirmó que se había confirmado el uso de armas químicas en el ataque, al que calificó de imperdonable "obscenidad moral" contra civiles.

"Se utilizaron armas químicas en Siria" dijo Kerry; "lo que vimos en Siria la semana pasada debería golpear la consciencia del mundo. Desafía cualquier código moral", agregó.

"Permítaseme ser claro. La matanza indiscriminada de civiles, el asesinato de mujeres y niños y transeúntes con armas químicas es una obscenidad moral", afirmó.

"Es inexcusable bajo cualquier principio, y pese a las excusas y equivocaciones que algunos han fabricado, (el ataque) es innegable", agregó, recordando que "sabemos que el régimen sirio tiene en custodia estas armas químicas".

El cambio de actitud y tono ya se había observado durante el fin de semana en la Casa Blanca.

El presidente convocó a su equipo de Seguridad Nacional, conversó por teléfono con su homólogo francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, al tiempo que el Pentágono informaba del despliegue de naves equipadas con misiles de crucero frente a Siria.

Un alto funcionario del gobierno explicó el domingo que el gobierno seguía "evaluando los hechos para que el presidente pueda tomar una decisión con conocimiento de causa sobre el modo de responder al uso de armas químicas".

Varios interlocutores de la Casa Blanca y observadores dieron a entender que es inminente el anuncio de una decisión, y su forma no deja dudas.

"Que no haya errores. El presidente Obama cree que aquellos que usen las armas más abyectas del mundo en contra de las personas más vulnerables del mundo deben rendir cuentas. Nada es hoy más importante, y nada recibe el más pormenorizado análisis", afirmó Kerry este lunes.

El secretario de Estado también señaló que el gobierno está consultando la situación con el Congreso, al que debe informar aunque no necesitaría la aprobación para una posible intervención.

A la sombra de Irak en 2003

"Pienso que evidentemente estamos intentando unir nuestros aliados de la OTAN, nuestros medios militares están preparados", afirmó el senador republicano Bob Corker a la cadena MSNBC, apuntando que está persuadido de que "asistiremos a un golpe quirúrgico y proporcionado contra el régimen de (Bashar al) Asad en reacción a lo que han hecho (sus tropas), y yo lo apoyo".

"El sentido común parece decir que habrá bombardeos limitados para mandar un mensaje", enfatizó por su parte Salman Shaikh, del centro del Instituto Brookings en Catar, al estimar que "esto se hará con el apoyo de países de la región y en la escena internacional, aún por fuera de la ONU" debido al rechazo de Rusia, aliado de Siria.

En sus cuatro años y medio de presidencia, Obama ha demostrado su máxima reticencia a intervenir militarmente en el mundo árabe-musulmán, después de haber basado una parte de su candidatura a las elecciones de 2008 en el rechazo de la invasión estadounidense "impulsiva" y "estúpida" de Irak en 2005.

Pero en marzo de 2011 implicó al ejército estadounidense en la operación que derrocó a Muamar Gadafi en Libia, mientras que la "guerra secreta" de los drones en Pakistán y Yemen ha tomado una perspectiva más amplia bajo su mandato.

"Decir que la fuerza es a veces necesaria no es un llamamiento al cinismo, es un reconocimiento a la historia, de las imperfecciones del hombre y de los límites de la razón", afirmó Obama cuando recogió en 2009 el Premio Nobel de la Paz.

Pero las nuevas operaciones militares ordenadas por Obama tuvieron un punto en común: ningún estadounidense puso un pie en la zona de conflicto y el riesgo a exponerse a una escalada de la violencia fue limitado.

La situación en Siria está lejos de ser tan clara, en opinión de Anthony Cordesman, del grupo de reflexión CSIS. "Será imposible que Estados Unidos recurra a la fuerza para destruir al régimen de Asad si no está seguro de que Siria no caerá en manos de extremistas islamistas sunitas o se fragmentará en bloques alauí, sunita y kurdo, que serán todavía más violentos y duraderos que las divisiones étnicas en Irak", advierte el experto.