Gremios impulsan estructuración de proyectos para mitigar los efectos del cambio climático.
Luego de reportada la emergencia en el departamento de Caldas y teniendo en cuenta que muchos acueductos y plantas de potabilización se encuentran localizados en zonas de inundación y crecientes periódicas, se estima que más de 80 por ciento del sistema de agua del país está en alta vulnerabilidad.
Así lo informó la presidenta Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal), Mariluz Mejía de Pumarejo, quien afirmó que “es urgente ejecutar un programa nacional orientado a estructurar planes de contingencia”.
De otro lado, Mejía manifestó que al menos 16 millones de colombianos podrían tener problemas para acceder a agua potable en condiciones de continuidad y calidad frente a los efectos del cambio climático ya sea por condiciones de fuertes lluvias o períodos secos prolongados.
De acuerdo con el gremio, han identificado puntos críticos en los departamentos de Antioquia, Arauca, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Huila, Meta, Nariño, Putumayo, Quindío, Risaralda y Santander.
“Debemos evitar que los desastres naturales por cambio en el régimen de lluvias se conviertan en un rosario de emergencias por todo el país, debido a las inundaciones, a la desestabilización de suelos en donde se verían afectados los sistemas de aducción, tratamiento de agua, conducción y distribución”, precisó Mejía.
Según la dirigente gremial, es necesario adoptar una política de Estado frente al cambio climático con estrategias que instrumentarían un Programa Nacional de Adaptación y Mitigación.
“La propuesta fue presentada en un documento al Gobierno nacional, orientada a prevenir los daños que hoy de manera tan grave afectan a los habitantes de Manizales”, dijo Mejía.
Asimismo indicó que se deberá contar con la disponibilidad de mantener en forma permanente contratos de diseño y construcción de las infraestructuras que puedan ser destruidas por desastres, de forma similar a los realizados por el gobierno federal en los Estados Unidos.
“En Colombia se podría usar un esquema similar aprovechando la experiencia de los ingenieros militares, lo que implica que en el inmediato plazo deben estar vigentes contratos para reparar puentes, reconstruir vías, suministrar agua potable a través de carrotanques, entre otras acciones”, comentó la directiva.
De otro lado, la Presidenta de Acodal expuso que para el corto plazo se requiere realizar una evaluación rigurosa del riesgo cada uno de los sistemas de captación y potabilización de agua, cuantificando las inversiones requeridas.
“Esto permitirá iniciar las obras de reconstrucción, reubicación, reforzamiento, construcción de embalse de mitigación o regulación de caudales o, si fuese necesario, llegar hasta la posibilidad de cambio de la fuente de abastecimiento”, puntualizó Mejía.
Además, el gremio planteó que para el mediano plazo será necesaria la adecuación de los Planes de Ordenamiento Territorial que incorporen reglas para ubicación de sistemas de captación, plantas de tratamiento, riesgos por deslizamientos y que adecuen las normas técnicas que permitan diseñar bajo las condiciones de vulnerabilidad frente al cambio climático.
“Todos los prestadores de servicios de acueducto, alcantarillado y aseo deben contar con planes de prevención y atención de emergencias, también lo es que estos no son revisados en sus contenidos técnicos y no cuentan con la disponibilidad de recursos financieros ni con el capital humano requerido como para realizar planes acordes a las realidades climáticas que se evidencian y que perdurarán por muchas décadas”, concluyó la directiva.