En Colombia, cada vez más, tanto empresas privadas como públicas se están uniendo a este modelo laboral que permite a los empleados trabajar desde sus casas. Actualmente, según el Ministerio TIC, en el país hay 95.439 teletrabajadores y se espera que para el 2018 existan 120.000.
En Latinoamérica, Argentina en el año 2000 lideró el inicio de este tipo de labor y progresivamente se ha dispersado por el continente tomando fuerza en los demás países. En Colombia, hace cuatro años era impensable esta modalidad de trabajo, para ese tiempo habían solamente 31 mil teletrabajadores, actualmente hay 95.439.
El 20% de la población mundial teletrabaja, y entre este porcentaje, el 84% de los teletrabajadores lo hace al menos una vez al mes y al menos un 10% del mismo total ejecuta sus tareas diariamente desde su hogar o el lugar de su elección diariamente.
Dentro de los oficios que se pueden desarrollar mediante este sistema están las profesiones creativas (como pintores, escritores, músicos, diseñadores). Expertos en redes sociales y community managers, periodistas y bloggers, programadores diseñadores gráficos, expertos en social media, comercio electrónico, profesores E-learning, consultores, traductores.
También personas que por limitaciones en su movilidad no puedan desplazarse de manera permanente a su sitio de trabajo o quienes por sus condiciones de salud no pueden exponerse a riesgos inherentes a ámbitos de trabajo no apropiados.
Ventajas
Según James Idárraga, médico especialista en Salud Ocupacional de la corredora de seguros Willis Towers Watson, para la empresa hay mayor productividad, menores costos en gastos fijos (inversión en planta física, servicios públicos, mantenimientos, etc.), control y seguimiento de tareas programadas a través de herramientas tecnológicas, mayor índice de retención de personal capacitado sin importar su ubicación o disponibilidad de desplazamientos, reducción del ausentismo laboral.
Para el trabajador: mejoramiento de su calidad de vida por ahorro en tiempo de desplazamientos, reducción de costos por transporte público o combustible, Ahorros y mejoras significativas en la alimentación, reducción del estrés derivado de largos y tediosos desplazamientos, mejora en las relaciones familiares, optimización del tiempo en actividades personales, mayor control sobre su tiempo y sus objetivos.
“Nuestra sociedad también obtiene ventajas tales como la inclusión de personas con discapacidad o cabezas de familia que en otra modalidad de empleo no se les facilitaría laborar, menor contaminación ambiental y congestión vehicular por la disminución de los desplazamientos”.
Desventajas
Entre las desventajas posibles están las dificultades que puede tener el teletrabajador para adaptarse a esta forma de labor que pueden llevar a atrasos en el cumplimento de objetivos y baja productividad, pérdida informática, pérdida de sentido de pertenencia del trabajador hacia la empresa al no asistir a su oficina física.
Para Idárraga, desde el punto de Seguridad y Salud en el Trabajo existen las mismas responsabilidades y compromisos (de la empresa y del trabajador) que con el trabajador tradicional sumándole las pertinentes a su ubicación fuera del edificio corporativo, que es probablemente donde existen las mayores falencias de esta modalidad de trabajo.
Entre estas, “la empresa debe verificar periódicamente que las condiciones del sitio destinado para el teletrabajo cumplan con los requisitos de seguridad y salud en el trabajo, suministrar a los teletrabajadores elementos de protección personal en la tarea a realizar y garantizar que los trabajadores reciban una formación e información adecuadas sobre los riesgos derivados de la utilización de los equipos informáticos y su prevención, garantizar que los equipos de trabajo suministrados a los teletrabajadores tengan los medios de protección adecuados para la tarea a realizar”, asegura.