La Liga Árabe anunció que enviará observadores el jueves a Siria donde, según activistas, los combates entre soldados y desertores dejaron en los últimos dos días más de 150 muertos y heridos entre los militares disidentes en el noroeste del país.
Paralelamente, la represión de la revuelta popular contra el régimen del presidente Bashar al Asad, iniciada hace más de nueve meses, prosiguió, con otros 49 civiles muertos.
Las monarquías del Golfo, a la cabeza de la iniciativa árabe para superar la crisis, exigieron el cese inmediato de la represión y la liberación de los detenidos antes de la llegada de los observadores.
"Un equipo dirigido por Samir Seif al Yazal (asistente del secretario general de la Liga) viajará a Damasco el jueves", declaró en El Cairo Ahmed Ben Helli, número dos de la organización panárabe.
La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch llamó a Damasco a garantizar "un acceso total a los observadores", pero el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Mualem, adelantó el lunes que podrían "acceder a los puntos críticos pero no a los puntos militares sensibles".
Este martes 37 civiles resultaron muertos en la provincia de Idleb (noroeste) y otros 12 en Homs (centro), foco central de la revuelta contra el régimen, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) con sede en el Reino Unido.
Según una estimación de la ONU, desde mediados de marzo la represión ha causado más de 5.000 muertos en Siria, donde la revuelta popular está transformándose en conflicto civil armado, con enfrentamientos entre soldados del ejército regular y desertores.
Estos combates fueron sangrientos el martes, con un centenar de muertos y heridos entre los militares disidentes en la provincia de Idleb, cerca de la frontera con Turquía, según el OSDH.
Según esta organización, "tras enfrentamientos que se produjeron esta mañana con el ejército regular, un centenar de desertores fueron cercados y luego muertos o heridos entre los pueblos de Kafrueid y al Fatira" en la región de Jabal al Zauya, a más de 330 kilómetros al norte de Damasco.
La víspera, más de 60 desertores habían perecido cuando trataban de huir en la provincia de Idleb, añadió.
Por otra parte, el martes, "decenas de civiles, entre los cuales numerosos militantes, estaban cercados por el ejército en Kafrueid", afirmó el OSDH.
El OSDH llamó al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, a "intervenir inmediatamente para detener una eventual matanza"./AFP