La reforma tributaria de 2016 les resuelve un poco la situación a las empresas en materia de impuestos sobre renta durante dos años, especialmente en 2018 y luego ya no tanto, pero este beneficio no se compensa por otro lado, lo que hace que el país se vea abocado hacia 2020 a un nuevo cambio en las reglas de juego en materia de impuestos, reveló el investigador asociado de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo, Fedesarrollo, Mauricio Reina.
Explicó que la Ley 1819 de 2016 o Reforma tributaria, no encuentra cómo tapar ese hueco que deja el alivio de la rebaja del impuesto a la renta de las empresas, que se verá con intensidad o dos o tres años, lo que implica una nueva reforma tributaria.
Dijo que el efecto incremental total de la reforma tributaria sobre los ingresos del Gobierno, llega un máximo en 2018 y luego se empieza a diluir hacia 2020, es decir que es un efecto positivo en el tiempo, sino que da oxígeno durante algún tiempo, sostuvo Reina.
Al hablar ante el Noveno Foro de Asomicrofinanzas, el analista señaló que se necesita, desde la perspectiva del Gobierno, cuando encuentra un faltante, de casi dos puntos del PIB, es reducir el tamaño del Estado vía gasto o hacer una nueva reforma tributaria.
Economía tocó fondo
La situación de la economía colombiana vivida en los últimos años solo se había visto en la historia del país en dos ocasiones en los últimos 150 años, en la Guerra de los Mil Días y en la crisis financiera de los años de 1930, sostuvo Reina.
En estas tres ocasiones, contando la de 2014, los precios del petróleo cayeron estrepitosamente y las exportaciones disminuyeron en más de un 50%, lo que causó severos problemas al país, tal y como lo estamos viviendo en la actualidad.
Según Reina, si se miran las cosas desde el punto de vista macroeconómico objetivo, sí, ya se tocó fondo, aunque este se note un poco resbaloso y hay que adoptar los correctivos para poner a marchar al país con firmeza.
Según Reina vienen 18 meses muy complicados, es un año electoral y a ello hay que sumarle que en la campaña política se hablará de paz, de corrupción, nadie se acordará del tema económico, hasta en 2018 cuando se posesione el nuevo Gobierno y se dé cuenta de que hay necesidades tributarias apremiantes que llevan a que se ponga a consideración del Congreso una nueva reforma impositiva.
Pero hay que ver que a pesar de la grave caída de los precios internacionales del petróleo que llegaron a tocar los US$150 por barril y cayeron a menos de US$30 por barril y la reducción del 50% de las exportaciones, el país crece a ritmos del 2%, que puede ser considerado mediocre, pero “aguantamos cipote cimbronazo”.
Cuando se caen las exportaciones de esa manera la cuenta corriente del país se ve lesionada, las cosas a nivel externo se complican pero con las correcciones realizadas como se hizo, la devaluación lo que hace es más competitivas las exportaciones y al haber una caída en los ingresos hay que hacer lo que hacen las familias cuando se pierde el empleo, apretarse el cinturón. Esto se corrigió sin que se bajara la calificación de deuda internacional.
Señaló Reina que la corrección de la balanza se dio por la reacción de las exportaciones finalizando 2016, No solo el petróleo sino las no tradicionales, que aunque no es muy fuerte sí se nota un crecimiento.
Hoy las exportaciones crecen a Ecuador, Perú, Estados Unidos, México y Unión Europea. Finalmente el tema de exportaciones comenzó a mejorar y eso es importante para el país.
¿Cómo están las cosas?
El analista al mirar la situación de la economía nacional explicó que el PIB del país creció en 2% en 2016, jalonado especialmente por establecimientos financieros, gracias a la profundización, luego viene construcción en el que destacan edificaciones sobre obras civiles. Es decir que fue mucho más robusto el crecimiento en viviendas, oficinas, bodegas, colegios, escuelas, centros comerciales, etc., por la demora en obras civiles por la tardanza en la estructuración de proyectos 4G.
Para este año se espera que haya un relevo y la infraestructura en obras civiles sea la que jale el crecimiento, pues hay proyectos estructurados y en marcha.
Pero al mirar las cosas desde el consumo se encuentra que este está por el suelo, según la encuesta de Confianza del Consumidor de Fedesarrollo, el ánimo de los colombianos es negativo, a pesar de ser la segunda economía más dinámica de la región.
Resaltó cómo el empleo ha aguantado de buena forma y es muestra de que el mercado laboral a pesar del mediocre crecimiento de la economía sigue creando fuentes de trabajo.
Al analizar la industria y el comercio, Reina explicó que son sectores que se ven altamente lesionados por la pérdida de la confianza del consumidor, y las cifras de enero de 2017 son precarias, lo que lleva a pensar que la gente está asustada, aunque las circunstancias objetivas sean positivas.
Lo que viene
Para el analista, el futuro está ligado estrechamente al entorno internacional, pues este fue el causante de los problemas de la economía nacional en los últimos años, por la baja en el precio del petróleo y la caída de las exportaciones.
Lo que puede comenzar a jalonar la economía hacia adelante es el mejoramiento de las ventas externos. Por lo anterior, explicó, es importante cómo se ven las cosas a nivel global.
Dijo que hay buenas noticias, pues se estima que el planeta tendrá un crecimiento de 3,4%. Estados Unidos liderará la expansión gracias a las políticas económicas del gobierno de Donald Trump.
El análisis señala que el gobierno Trump aumentará el gasto público, especialmente en defensa e infraestructura y a la vez reduce impuestos, lo que impulsa la economía, abre el déficit fiscal y la Reserva Federal aumenta las tasas de interés, gradualmente puede llevar a que en un tiempo el costo del dinero en EU anticipa que en el futuro habrá tasas de interés altas.