La creación de normas efectivas para garantizar el futuro de los recursos naturales en Colombia y la reforestación como una consigna colombiana, son prioridades que se deben acometer con urgencia.
Esto hacia la construcción de una política ambiental integral, en la que debemos comprometernos todos los actores de la sociedad.
Así lo manifestó el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones, Andesco, Gustavo Galvis Hernández.
Y es que, según el dirigente gremial, los fenómenos climáticos que el país ha experimentado durante la última década no son de poca monta.
"Para no ir tan lejos, solo en los últimos ocho años en Colombia se han deforestado más de un millón de hectáreas de bosque, un área comparable con un millón de canchas de fútbol o prácticamente seis veces la extensión del departamento del Quindío", subrayó.
Otras cifras, derivadas de un trabajo conjunto muy serio entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con el Ideam, reportan que "la deforestación durante el año de 2015 se concentró principalmente en las regiones Amazonía, con el 46% y la región Andina, con el 24% del total nacional".
Es decir, en estos dos puntos vitales, que territorialmente son más de la mitad del país, se genera el 70% del negativo impacto deforestador.
"Como consecuencia de ello, es evidente cómo la regulación natural hídrica se altera totalmente con la deforestación en los bosques, páramos, humedales, ciénagas, zonas de manglares y riberas de ríos y quebradas. Es decir, las fábricas del agua dejan de ser retenedores del recurso para que en épocas secas podamos contar con un flujo adecuado", señaló Galvis.
Si a esto le agregamos que solamente tratamos alrededor del 30% de las aguas residuales, el panorama se vuelve más complejo porque la escasa agua disponible para consumo humano y usos domésticos está expuesta a altos niveles de contaminación.
"Debe ser un propósito nacional continuo la lucha contra la deforestación. No arrasemos ni un bosque más; ni un páramo más; ni un humedal más. Recuperar las cuencas para la cosecha del agua es esencial, con una acción efectiva de las autoridades encargadas de controlar la tala ilegal de bosques, las actividades extractivas sin autorización y la urbanización descontrolada", aseguró.
"No obstante, en medio de este desolador panorama y frente al dilema que implica no deforestar y reforestar, o morir, es evidente que hay una gran oportunidad, pero esta tiene que abordarse en forma colectiva. La ciudadanía tiene que ser más activa y adquiere importancia la cultura por el agua. Desde los centros educativos en la primera etapa hasta los estudios de postgrado se debe impregnar el concepto de la sostenibilidad, entendida como el equilibrio entre lo económico, lo ambiental y lo social", concluyó el presidente de Andesco.