Lunes, 14 de Noviembre de 2011
El Tratado de Libre Comercio que Colombia está negociando con Corea ha generado un fuerte enfrentamiento.
La disputa es entre importadores de vehículos y ensambladores nacionales y el empleo está en la médula del debate.
Los primeros aseguran que se generarán 280.000 nuevos empleos en el país.
Por su parte, los productores locales afirman que -en caso de concertarse el TLC- estarían en riesgo cerca de 125.000 puestos de trabajo.
El presidente de la Asociación Colombiana de Fabricantes de Autopartes (Acolfa), Camilo Llinás, alertó nuevamente al Gobierno sobre el riesgo que representaría el TLC con Corea en materia de generación de mano de obra.
A juicio del dirigente gremial, el riesgo es para 25.000 empleos directos y no menos de 100.000 indirectos.
Según los representantes de la industria automotriz colombiana, si se concreta un acuerdo comercial con los coreanos se afectarán las futuras inversiones del sector y sus ventas.
Los importadores están en la otra orilla de los empresarios que comandan la producción local. Oliverio García, presidente de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos), gremio que reúne empresas nacionales importadoras y comercializadoras de vehículos, cree que, en general, los tratados comerciales le representan al país mayor generación de empleo en el sector automotor.
Estima que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, además del que hoy se está ratificando con Europa y el de Corea, crearán en el sector automotor colombiano más de 280.000 nuevos empleos.
Estos puestos de trabajo -considera Andemos- se sumarán a los cerca de 100.000 existentes que mueve toda la cadena y que se reparten en la fabricación de autopartes, ensambladoras, distribución, ventas, almacenes de repuestos y talleres.
En opinión del dirigente la coyuntura es una oportunidad para fortalecer la cadena automotriz con más y mejores empleos y para que se amplíe la demanda y la oferta.
"Estamos ante una transformación del sector que estimulará la competencia y establecerá prácticas comerciales y regulatorias más justas que facilitarán el comercio", explica Oliverio García.