Nuevas encuestas en Estados Unidos mantienen a la aspirante demócrata Hillary Clinton al frente de la liza por la Casa Blanca, tranquilizando a los mercados mundiales que sufrieron caídas luego que Donald Trump lograra acortar distancias, generando incertidumbre.
A cinco días de los comicios, The New York Times y la cadena CBS divulgaron este jueves un sondeo que otorga a Clinton 45% de las adhesiones contra 42% para el candidato republicano, una brecha equivalente al margen de error. Dos postulantes de partidos menores acumulan entre ambos 9% de las intenciones de voto.
La encuesta previa difundida a mediados de octubre daba a la la exsecretaria de Estado de 69 años una ventaja de 9 puntos sobre el magnate de 70.
Pese a que se estrechó la distancia entre ambos candidatos, hay señales positivas para Clinton, que aspira a convertirse en la primera mujer en la Casa Blanca: los modelos de predicción del The New York Times y el sitio FiveThirtyEight le auguran ambos una victoria con 86% y 67% respectivamente.
Tranquilizados por los nuevos sondeos que dan, aunque con un margen limitado, la delantera a Clinton, los mercados europeos y asiáticos se estabilizaban tras la neta caída del miércoles.
En 2012 por la misma época, Barack Obama, que buscaba su reelección, y Mitt Romney estaban codo a codo en las encuestas, pero el mandatario terminó ganando con una cómoda ventaja de 4 puntos.
En las últimas semanas, la carrera sufrió el impacto de eventos sorpresivos, y el viento electoral ha cambiado una y otra vez de dirección.
Clinton se benefició de un repunte a inicios de octubre tras la difusión de un video en el que Trump hablaba despectivamente sobre las mujeres, y cuando un tropel de mujeres lo acusó de acoso sexual, el republicano se desplomó en las encuestas.
Pero luego que el FBI anunció la reanudación de la investigación sobre el uso por Clinton de un servidor privado cuando era secretaria de Estado (2009-2013), Trump, que venía rezagado, tomó impulso y aprovechó la oportunidad para cambiar el tenor de su candidatura.
El progreso por la ventana
Sin embargo, los electores no parecen prestar mucha atención al venenoso festival de acusaciones e invectivas: un 92% dice haber decidido ya a quién elegirá y el 62% señala que las revelaciones de los últimos días no alterará su voto.
Clinton hará campaña este jueves en Carolina del Norte, con un mitin en la capital Raleigh, junto a su exrival de las primarias demócratas, el senador socialista Bernie Sanders.
Pero más temprano, otro fuerte aliado, el presidente Barack Obama, lanzaba una ofensiva contra Trump en Miami, repitiendo su alegato de que el magnate está "excepcionalmente descalificado para ser presidente".
"Todo el progreso que hemos logrado se irá por la ventana si no ganamos esta elección", señaló el mandatario, que considera a Clinton su heredera y guardiana de su legado.
Obama evocó los fracasos empresariales de Trump, su reticencia a divulgar su declaración de impuestos, su defensa de la tortura, y su trato despectivo hacia las mujeres.
"Quien tú eres, no cambia cuando ocupas la Oficina Oval. Todo lo que hace es magnificarlo", señaló.
Obama irá luego a Jacksonville, también en Florida, pocas horas después de un esperado discurso de Trump en la misma ciudad.
Ese estado del sureste estadounidense, con una población heterogénea de latinos, jubilados y blancos conservadores, es clave en las presidenciales.
Melania al rescate
Tras la resurrección del escándalo de los correos de Clinton, Trump mantuvo la disciplina --controlando su uso de Twitter y hablando a través de teleprompters-- y achicó distancias en los sondeos.
"Mantente en el punto, Donald, mantente en el punto", se dijo a sí mismo en un mitin en Pensacola, Florida, el miércoles, que culminó con un festín de fuegos artificiales.
El magnate tendrá mítines en Carolina del Norte este jueves.
Clinton, que cuenta con el inestimable apoyo de Obama y Sanders, no dejará nada fuera de control hasta el último minuto.
El lunes, en víspera de los comicios, cerrará su campaña junto con Obama y la primera dama Michelle, así como con su marido y expresidente Bill Clinton.
La demostración de fuerza política estará cargada de simbolismo pues tendrá lugar en Filadelfia, la ciudad donde se firmó la Declaración de Independencia y la Constitución estadounidense.
En contraste, el empresario neoyorquino de explosiva personalidad no cuenta con aliados de peso.
Este jueves, sin embargo, su esposa Melania, ofrecerá su primera aparición en solitario de la campaña.
La exmodelo eslovena hablará en Berwyn, Pensilvania, en un discurso ideado para mejorar la pésima relación de Trump con el voto femenino.