La Junta Directiva del Banco de la República redujo el crecimiento más probable para 2016, desde 2,3% a 2%, con un nuevo rango proyectado entre 1,5% y 2,5%.
Así lo dio a conocer el gerente del Emisor, José Darío Uribe, quien sostuvo que el contexto macroeconómico apunta hacia un ajuste, algo más rápido que el previsto, del exceso de gasto sobre el ingreso, situación que sugiere una corrección del desbalance externo más acentuada que la proyectada un trimestre atrás.
De esta forma, el equipo técnico redujo el pronóstico del déficit en la cuenta corriente desde 5,3% a 4,7% como proporción al PIB, lo que equivale a US$13,2 mil millones.
La desaceleración del producto y el menor desbalance externo son reflejo del ajuste requerido en la economía colombiana debido al choque negativo al ingreso nacional que el país viene enfrentando desde mediados de 2014. En consecuencia, el crecimiento del producto que ahora es sostenible en el tiempo es menor que el observado en años previos al choque petrolero, señaló el jefe del Emisor.
Dijo también que el crecimiento promedio de los socios comerciales de Colombia ha sido bajo y menor que el previsto, hecho que se ha reflejado en un pobre desempeño de las exportaciones del país. Coherente con el deterioro del ingreso nacional, la demanda interna habría continuado ajustándose. A esto se sumó el choque negativo en la oferta que generó el paro camionero, el cual terminó afectando de forma significativa varios sectores de la economía.
Inflación
Uribe aseguró que la inflación en Colombia durante lo que resta de 2016 seguirá con tendencia a la baja.
El anuncio fue hecho por el Banco Central al presentar el Informe de Inflación sobre la situación actual de la Economía Colombiana, en que se sostiene que las proyecciones de inflación anual para el tercer trimestre de 2018 están entre 4% y 3,5%, ligeramente inferior frente a la estimación de junio que ubicaba la meta de inflación para dicho periodo en 4%.
El promedio de las medidas de inflación básica se desaceleró pero a un ritmo más lento: su mayor nivel del año alcanzado en julio (6,61%) descendió a 6,29% en septiembre. En el mismo periodo las expectativas de inflación también han cedido, aunque las de 2017 aún superan la meta: la de los analistas a uno y dos años se sitúan en 4,23% y 3,65%, y las que se derivan de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años se encuentran alrededor de 3,6%.
Las cifras del DANE indican que la inflación anual a septiembre es de 7,27%, mientras que la de solo alimentos es superior a 10% para el mismo mes. Aunque el Emisor esperaba que la inflación bajara desde agosto, este índice disminuyó desde septiembre por cuenta del paro camionero que duró 46 días y afectó nuevamente la oferta de alimentos y otros bienes.
Las estimaciones del equipo técnico del Banco sugieren que en los siguientes meses la inflación continuará con su convergencia a la meta. La desaceleración en los precios de alimentos debería continuar al menos hasta el primer trimestre del siguiente año, debido a la mayor oferta en este grupo, especialmente de los perecederos. Se espera que el traspaso de la fuerte devaluación pasada del peso a la inflación se siga diluyendo.
En el informe el Banco señala que el debilitamiento de la demanda estaría contribuyendo más a la desaceleración de la inflación que en meses pasados. Adicionalmente, en la medida que las expectativas de inflación tiendan a anclarse en 3%, los mecanismos de indexación de precios serán más compatibles con la meta.
Reforma tributaria
Uno de los temas controversiales en el país en estos momentos, tiene que ver con la reforma tributaria, proyecto presentado por el Gobierno hace varias semanas al Congreso y del que se inicia su trámite este martes en las comisiones económicas del legislativo.
Sobre el asunto el gerente del Emisor dijo que el proyecto de Reforma Tributaria presentado por el Gobierno al Congreso Nacional de la República constituye una acción fundamental que contribuye al crecimiento de largo plazo, al reforzar la sostenibilidad fiscal, propender por la estabilidad macroeconómica de la economía y disminuir la percepción de riesgo del país.
Según Uribe, la reforma tributaria es fundamental para el país por la grave caída que ha tenido el ingreso nacional, que en 2015 alcanzó a ser de 23 billones de pesos por la baja en los precios internacionales del petróleo.
Señaló que la reforma tributaria evitó realizar un ajuste drástico en el gasto, especialmente en programas sociales que tienen impacto económico.
Para la Junta del Emisor la reforma constituye una acción fundamental que contribuye al crecimiento de largo plazo, al reforzar la sostenibilidad fiscal, propender por la estabilidad macroeconómica de la economía y disminuir la percepción de riesgo del país.
Tasas de Interés
El informe indica que la economía colombiana continúa ajustándose a los fuertes choques registrados desde 2014 y el déficit en la cuenta corriente está disminuyendo gradualmente.
Según Uribe la dinámica del producto ha sido más débil que la proyectada, la inflación ha descendido pero sus expectativas para 2017 superan la meta. Los efectos de los choques transitorios de oferta que han afectado la inflación y sus expectativas han comenzado a revertirse y se espera que esta tendencia continúe.
Con la información actual, señaló el directivo, los riesgos de que la economía registre una desaceleración más acentuada que el deterioro del ingreso nacional y que la convergencia de la inflación a la meta en 2017 sea más lenta que la prevista parecen estar balanceados.
Con esta evaluación de riesgos, la Junta Directiva consideró conveniente mantener inalterada la tasa de interés de referencia en cada una de las reuniones de agosto, septiembre y octubre. Nueva información sobre el comportamiento de los precios y la demanda agregada dará mayores indicios sobre la velocidad de la convergencia esperada de la inflación a la meta y de la intensidad, naturaleza y persistencia de la desaceleración económica.