Sin poderse concretar sigue la iniciativa de colocar un monumento a la memoria en el aeropuerto Eldorado para recordar que en este sitio fueron asesinados los ex candidatos presidenciales Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo así como el líder político de izquierda José Antequera, quienes fueron víctimas entre 1989 y 1990 de la violencia que reinaba en Colombia y sus casos siguen en la impunidad.
Se trata de la campaña “Vuelos truncados, legados vigentes”, la cual fue lanzada en marzo del año anterior en el Centro de Memoria Histórica por los familiares de estos políticos inmolados, quienes quieren a través de un memorial permanente ubicado en la principal terminal aérea del país, no solo rendir un homenaje a la memoria de sus seres queridos sino que sirva para mantener vigentes sus ideas sobre la construcción de un país en paz, que ahora en parte se avizora con la negociación que se adelanta en La Habana.
También pretenden los familiares que la construcción del nuevo aeropuerto no termine por llevar al olvido estos hechos.
En un comienzo la campaña fue bien recibida por las directivas del aeropuerto, incluso en el acto de lanzamiento en esa oportunidad asistió Opain, la firma que tiene la concesión para la administración de Eldorado, que se mostró asequible frente a esta idea. Sin embargo en esa ocasión, Susana Vargas, directora de comunicaciones de esta compañía, aclaró que no pueden tomar la decisión sobre la ubicación de un monumento a la memoria en la terminal aérea de forma unilateral sino que es necesario discutirlo con la Aeronáutica Civil y la Agencia Nacional de Infraestructura, “y podremos entrar a mirar cómo podría ser, en qué lugar podría ser, cómo se podría llevar a cabo para que pueda ser algo realmente viable”.
No obstante, un año después no se ha podido avanzar nada en esta iniciativa, le dijo Mariella Barragán a EL NUEVO SIGLO, la viuda de Bernardo Jaramillo Ossa.
“Ha sido muy difícil con el Gobierno nacional, es decir con la Aerocivil, pero estamos en la lucha. Aquí desgraciadamente hay muertos de primera y segunda categoría. En Eldorado asesinaron a José Antequera, a Carlos Pizarro y a Bernardo Jaramillo”.
Barragán explicó que “ha sido muy difícil con la Aeronáutica Civil para que siquiera nos reciban. Esto es un testimonio, no solamente para las familias sino para el pueblo colombiano de que esta historia no se repita. Y esos asesinatos ocurrieron con la complicidad de funcionarios del aeropuerto, en eso estamos completamente seguros, porque por ahí ingresaron las armas y estaban los asesinos. Y eso debe ser un ejemplo para las futuras generaciones de no repetición, y también rendirle un homenaje a esos seres queridos, a esas víctimas que cayeron por la intolerancia y también por la complicidad corrupta de algunos miembros del Estado de este país”.
En tanto que José Antequera, hijo del líder asesinado, dijo que no se busca colocar un monumento más que solo sirva a las palomas sino un espacio en donde se recuerde que allí fueron asesinados tres líderes políticos para que hechos como estos no vuelvan a ocurrir.
Los crímenes
El Aeropuerto Eldorado fue testigo mudo de los crímenes de estos tres líderes de izquierda en pleno apogeo de los carteles del narcotráfico y su alianza con los grupos paramilitares, que sirvió para su expansión.
Carlos Pizarro fue asesinado el 26 de abril de 1990 dentro de un avión, minutos después de haber decolado del aeropuerto Eldorado en Bogotá. En ese momento era candidato presidencial tras firmar como máximo líder del M-19 la paz con el gobierno de Virgilio Barco.
José Antequera fue asesinado el 3 de marzo de 1989 en las instalaciones del terminal aéreo. Para la época era dirigente nacional de la Unión Patriótica. El ataque de sicarios se produjo en un momento en que saludaba al hoy secretario de Unasur, Ernesto Samper, quien resultó herido.
En tanto que Bernardo Jaramillo fue asesinado el 22 de marzo de 1990 en las instalaciones de Eldorado, cuando era senador y candidato presidencial del Partido Unión Patriótica.