Embargan bienes del expresidente del Atlético | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Abril de 2013

La justicia española decidió el embargo de más de cien propiedades que el expresidente del Atlético de Madrid Jesús Gil y Gil legó a sus hijos, para garantizar que se devuelvan los millones desaparecidos cuando era alcalde de Marbella, informó este viernes un portavoz municipal.

"El Tribunal de Cuentas dictó el embargo preventivo de bienes" a los hijos de Gil, declaró a la AFP un portavoz del ayuntamiento de esa turística localidad malagueña, confirmando una información publicada por el periódico local Diario Sur.

El rotativo, que tuvo acceso a una decisión judicial del 15 de febrero, afirmó que la medida concierne a "118 inmuebles pertenecientes a sociedades de los cuatro hijos de Jesús Gil" entre ellos "inmuebles en Marbella y Madrid y dos fincas de 300 y 600 hectáreas".

Con ello se "persigue garantizar el cobro de una sentencia que obliga a los herederos del exalcalde a devolver al ayuntamiento de Marbella 66 millones de euros más sus intereses, que suman más de 40 millones", precisó.

Como herederos del exalcalde, fallecido en 2004, los hijos de Gil fueron condenados en 2011 a resarcir a la ciudad por transferencias de dinero público sin justificar realizadas por su padre entre 1994 y 1999.

Con su gruesa cadena de oro al cuello, su actitud campechana y sus provocadoras declaraciones, Gil y Gil fue uno de los personajes más mediáticos y polémicos de los años 90 en España, donde llegó a presentar un programa de televisión en el que comentaba la actualidad desde un jacuzzi rodeado de muchachas en bañador.

Presidente del Atlético de Madrid de 1987 a 2003, gobernó Marbella, balneario mediterráneo marcado por varios escándalos de corrupción, desde 1991 hasta 2002.

 

Involucrado en numerosos procesos judiciales a lo largo de su vida, Gil ingresó en prisión en tres ocasiones. La primera en 1969 como consecuencia del derrumbe de una construcción que él había edificado, en el que murieron más de 50 personas.

La segunda, en 1999, por el presunto desvío de 450 millones de pesetas del ayuntamiento de Marbella al Atlético de Madrid. Aunque salió poco después en libertad bajo fianza, su condena en este caso le obligó a dejar la alcaldía.

 

La tercera fue en 2002, durante la instrucción del denominado "caso Saqueo", un escándalo más de malversación en el ayuntamiento marbellí.