El ELN condenó este martes el ataque que sufrió el domingo la candidata presidencial de izquierda Aída Avella, del que la política resultó ilesa y que el gobierno atribuyó precisamente a este grupo rebelde.
"El ELN condena el vil ataque contra la candidata Aída Abella (sic) y expresa toda su solidaridad con ella y su movimiento político", dijo el grupo en un comunicado publicado en su página web www.eln-voces.com.
Esta guerrilla, que constituye el segundo grupo rebelde más importante de Colombia, con cerca de 2.500 efectivos, aseguró en su misiva que con hechos como éste "las poderosas fuerzas de extrema derecha (...) no dejan duda de su postura terrorista" y exigió "garantías para continuar persistiendo por el camino de la democracia y la paz".
El domingo la caravana en la que viajaba Avella, de la izquierdista Unión Patriótica (UP), recibió varios disparos de hombres armados cuando se desplazaba por Arauca, en el este de Colombia, una zona en la que operan tanto el ELN como la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas).
El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, señaló a una estructura del ELN como responsable del ataque y citó unas "comunicaciones muy especificas", de supuestos miembros del grupo, que fueron interceptadas.
La guerrilla no hizo sin embargo mención directa a estos señalamientos en su comunicado.
Por su parte, Avella acusó del ataque a "los sectores militaristas de siempre, pues no es la primera vez, no es la segunda vez. Nosotros hemos enterrado a más de 5.000 de nuestros militantes. Siempre el Estado ha sido vinculado, castigado y sancionado".
La candidata aludió de esa manera a los atentados sufridos por integrantes de su partido, creado durante los fracasados diálogos de paz de las FARC con el gobierno de Belisario Betancur, en los años 1980. Cerca de 3.000 simpatizantes, militantes y dirigentes de la UP fueron asesinados entre finales de los 1980 y principios de los 1990.
Avella, que recibió a principios de mes amenazas de muerte firmadas por el grupo armado Águilas Negras, ya había salido ilesa de un ataque en su contra en 1996, tras el cual vivió en el exilio 17 años, hasta que volvió a Colombia en 2013.
Colombia sufre desde hace 50 años un conflicto armado en el que han participado guerrillas de izquierda, grupos paramilitares de derecha, organizaciones del narcotráfico y agentes del Estado y ha dejado cientos de miles de muertos y más de 4,5 millones de desplazados por la violencia.
Desde noviembre de 2012, el gobierno de Santos desarrolla con las FARC en Cuba diálogos de paz para poner fin al conflicto.