Los habitantes de Georgia eligen a sus diputados en unas elecciones legislativas donde el partido del presidente Mijail Saakashvili, enfrentado a una oposición dirigida por el millonario Bidzina Ivanichvili, asume su mayor desafío desde su llegada al poder en 2003.
La lucha política se acentuó tras la publicación hace dos semanas de unos vídeos donde podían verse imágenes de tortura de detenidos en una prisión de Tiflis, lo que desencadenó manifestaciones en el país y las condenas de la comunidad internacional, colocando al partido en el poder en una situación complicada.
"Es una jornada de importancia histórica para Georgia, la suerte del Estado georgiano se está decidiendo", declaró Saakashvili a los periodistas, tras haber depositado su voto en la urna de una oficina electoral de Tiflis.
"Esperamos buenos resultados por las reformas, la democracia, la libertad y el futuro de nuestro país", añadió el jefe del Estado.
Saakashvili afirma que si su principal rival llegara al poder pondría fin a la modernización del país y lo conduciría a su pasado de corrupción y caos.
El Movimiento Nacional Unificado de Saakashvili domina la vida política en Georgia desde la "Revolución de la Rosa" que en 2003 expulsó al expresidente Eduard Chevardnadze, exjefe de la diplomacia soviética.
El partido, que posee 119 de los 150 escaños de la asamblea saliente elegida en 2008, se enfrenta a su prueba electoral más seria de la última década.
A las 08H00 GMT, cuatro horas después de la apertura de las oficinas electorales, la participación era de un 25,5%, según la Comisión Electoral.