Registraduría utilizó medios digitales para verificar si se presentó irregularidad de trashumancia
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En un lapso de 10 meses se inscribieron 1.888.863 cédulas para participar en los comicios parlamentarios del 11 de marzo próximo, debido al cambio de residencia. Así lo anunció ayer el registrador Nacional, Juan Carlos Galindo Vácha.
“1.888.863 ciudadanos inscribieron su cédula para votar para las elecciones de Congreso, las inscripciones eran para aquellas personas que cambiaron su lugar de domicilio, lugar de residencia o modificaron su puesto de votación”, explicó Galindo Vácha.
Añadió que se utilizaron medios digitales para la inscripción de cédulas que permite verificar si se presentó algún tipo de irregularidad, que pasaría a ser conocimiento de las autoridades. “Hay un tipo penal que es inscripción fraudulenta de cédulas, que se presenta cuando se da mal la información o falsa información sobre lugar de residencia”, señaló el registrador Galindo.
De otra parte, el Registrador indicó que hasta el próximo 27 de marzo están habilitadas las inscripciones de cédulas para elecciones presidenciales del mes de mayo, pero solamente a quien cambie de domicilio o quieran modificar su puesto de votación.
El jueves pasado finalizó la inscripción de cédulas para los comicios parlamentarios de este año, en un proceso que arrancó el 11 de marzo del 2017.
Para las elecciones legislativas de este año se inscribieron 400 mil cédulas más en comparación con iguales comicios en 2014, pues en esa ocasión fueron inscritas 1.469.739 cédulas.
Seguimiento de MOE
Desde el 3 abril de 2017, gracias a la Registraduría Nacional del Estado Civil, la Misión de Observación Electoral (MOE) tiene acceso a la plataforma virtual Censo Web, donde se lleva el registro de los datos de la inscripción de cédulas y con la cual mes a mes la hace un seguimiento al número de inscritos que en cada municipio se han presentado.
A partir de esta información la MOE adelanta un análisis de la situación nacional con el fin de comprender las dinámicas en algunas zonas del país y se plantea el caso de algunos municipios donde, por su alta inscripción de cédulas, resulta importante para esta ONG que la autoridad electoral preste especial atención al desarrollo del proceso en estos sitios.
El delito de fraude en inscripción de cédulas, conocido popularmente como “trashumancia electoral” o “trasteo de votos” consiste en la acción de lograr que un ciudadano inscriba la cédula de ciudadanía para votar en un lugar distinto al lugar de residencia, y está tipificado como una conducta punible por el artículo 389 del Código Penal, con pena de 4 a 9 años de prisión.
Igualmente, quien incurra en el delito de trashumancia también incurre en el delito de falso testimonio ya que al inscribir su cédula declara bajo juramento que efectivamente habita en la ciudad, corregimiento o inspección de policía correspondiente. El delito de falso testimonio es sancionado por el artículo 442 del citado Código con pena de prisión de 6 a 12 años.
Mediante el delito de “trashumancia electoral” se logra que los ciudadanos se inscriban para votar en un lugar en el que no residen, con el fin de controlar la intención del voto y lograr una ventaja ilegítima en las elecciones, que tergiversa la voluntad electoral de los residentes del municipio.
Según la MOE el fraude en la inscripción de cédulas es un delito más que todo dirigido a tergiversar la voluntad popular en elecciones locales. Sin embargo, en el contexto de elecciones nacionales, es posible la movilización indebida de ciudadanos a través de circunscripciones departamentales. Además, también es posible que se busque la movilización de ciudadanos hacia puestos de votación específicos, sin cambiar necesariamente su residencia electoral, pero ubicándolos en lugares donde sea posible controlar la intención del voto. Para detectar estas posibles irregularidades electorales, la MOE hace monitoreo al proceso de inscripción de cédulas incluso en elecciones como las de autoridades nacionales de 2018.