Elecciones catalanas bajo presión independentista | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Noviembre de 2012

La comunidad autónoma de Cataluña, otrora motor económico de España y ahora su región más endeudada, elige este domingo a su parlamento en un contexto político muy tenso con el gobierno de Madrid, que denuncia sus deseos de independencia en pleno marasmo económico.

El presidente regional saliente, Artur Mas, hasta hace poco considerado un nacionalista moderado, encaró un conflicto abierto con Madrid al convocar elecciones anticipadas para obtener una mayoría absoluta con la que poder llevar a Cataluña hacia un "Estado soberano" dentro de Europa.

Si sale victorioso, Mas --en el poder desde 2010-- promete organizar un referéndum sobre la autodeterminación de la región, aunque en todo momento evitó mencionar la palabra independencia.

Un reto arriesgado ya que los últimos sondeos dan a su coalición conservadora, CiU, entre 62 y 64 escaños en una cámara de 135, tras haber prometido a los 7,5 millones de catalanes una consulta sobre el futuro de la región durante la próxima legislatura, cualquiera sea el resultado.

Enfrente, el presidente del gobierno español, el también conservador Mariano Rajoy, se lanzó frontalmente a la batalla, consciente de encontrarse bajo la atenta mirada de sus socios europeos, en un momento en que pesa sobre España la posibilidad de un rescate de su economía.

"La estrategia de Mas era desde 2010 aumentar la presión con el gobierno español para poder negociar" un "pacto fiscal" que permita a la región recaudar y gestionar sus impuestos, resume Gabriel Colomé, profesor de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Cataluña, hoy la más endeudada de las 17 comunidades autónomas de España pese a generar una quinta parte del PIB del país, se considera "expoliada" por Madrid y desde hace años reivindica un déficit fiscal de 16.000 millones de euros anuales que cubriría su onerosa deuda de más de 40.000 millones de euros.

Una masiva manifestación independentista, el 11 de septiembre, cambió la mano, transmitiendo el hartazgo de una región históricamente rica, donde la crisis alimentó las frustraciones acumuladas frente a Madrid.

"La estrategia de CiU cambia entonces para pasar del pacto fiscal a la independencia. Pero el problema es que tiene una hoja de ruta para el pacto fiscal, pero no para la independencia. Es por eso que todos improvisan", añade Colomé.

Mas "no utiliza el término independencia pero claramente, la aspiración es muy similar a la que nos encontramos ahora mismo también en Escocia, por parte del nacionalismo, que es buscar un vínculo directo con Europa, aunque ignoramos exactamente cómo quedaría el vínculo con España", advierte también Fernando Vallespin, profesor en la Universidad Autónoma de Madrid.

Estas ambigüedades inquietan al mundo de los negocios. "No tienen una hoja de ruta", se alarma Mariano Ganduxer, fundador de Fem Pinya, una organización que agrupa a 170 empresas que aspiran a "favorecer la concordia nacional".

Para Ganduxer, uno de los pocos empresarios que se anima a hablar, una independencia significaría una salida de la Unión Europea con consencuencias dramáticas en términos de balance comercial, dado que Cataluña hace casi la mitad de sus negocios con el resto del país.

"Este proceso crea una incertidumbre jurídica, política y social en un momento ya de incertidumbre con la crisis económica", sostiene Joaquin Molins, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Barcelona.

Sin embargo, para Molins y para otros expertos, Artur Mas no irá hasta el final. "Lo que parece lógico es que tengan lugar negociaciones sobre el pacto fiscal y que todo esto quede en una estrategia para hacerse cada uno más fuerte", considera.

Según un reciente sondeo, 47,49% de los catalanes votarían por la independencia en caso de referéndum, aunque el porcentaje a favor de la autodeterminación baja a 42,16% si Cataluña lograse un nuevo sistema fiscal.

En su recta final, el clima de la campaña se envenenó esta semana con acusaciones de corrupción lanzadas sobre Mas y sobre los Pujol, rica familia del expresidente regional, que gobernó durante 23 años, y cuyo hijo, Oriol, representa la franja más independentista de CiU.

AFP