Elección de presidenciable divide a liberales | El Nuevo Siglo
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Lunes, 5 de Junio de 2017
Redacción Política

A dos meses de su Congreso Nacional el Partido Liberal no se ha definido por el mecanismo al que acudirá para la escogencia de su candidato presidencial en las elecciones de mayo de 2018. Hay quienes consideran que este escenario es el más adecuado por la presencia de más de mil delegados de todo el país. En tanto que otros indican que una consulta es lo más democrático.

Lo único claro en este momento para el Partido rojo es que presentará candidato presidencial propio, ya sea inscribiéndolo de forma directa o buscando que gane ese derecho entre otros aspirantes en una eventual coalición de fuerzas amigas del proceso de paz.

Hasta el momento, los senadores Viviane Morales y Juan Manuel Galán han manifestado públicamente su intención de aspirar a la Presidencia por el liberalismo. En tanto que se está a la espera de que el exjefe negociador en La Habana, Humberto de la Calle, tome una decisión sobre si se postulará o no.  

También hay incertidumbre por el futuro político de Juan Fernando Cristo, quien hace un par de semanas renunció como ministro del Interior con el fin de no inhabilitarse en las próximas elecciones. Sin embargo hasta ahora, no ha dilucidado si en el Partido Liberal buscará la candidatura presidencial o le apostaría a ser fórmula a la Vicepresidencia de la República.

Por la Consulta

Los que abogan por la consulta para la escogencia del candidato presidencial de cara a los comicios de 2018 argumentan que es tradición del Partido acudir a este mecanismo con su militancia y escuchar a la democracia interna, ya que los procesos de selección de candidatos vía consulta, a principio de la década de los noventa, fueron exitosos.

Afirman que dicha consulta hace parte de la esencia de la norma estatutaria liberal, que es la mejor forma de promocionar nuevos liderazgos y garantizar el relevo generacional al interior del Partido. Insisten en que alrededor de la consulta se puede presentar un trabajo colectivo y la dispersión de esfuerzos en todo el país para enriquecer el debate interno.

Entre los que le apuestan a la consulta hay tres tendencias: quienes consideran que se debe hacer en marzo de 2018 al interior de la colectividad; están también quienes coinciden en esa fecha pero para hacer una consulta interpartidista entre los afines a una visión de país, de la sociedad, del proceso de paz y de esta nueva etapa que inicia Colombia.

Esto último implicaría que, por ejemplo, los Partidos Liberal, de La U, ASI y Cambio Radical podrían participar con uno, con cinco o con diez candidatos, dejando a la decisión autónoma de cada colectividad con cuántos aspirantes se presenten a dicha consulta interpartidista.

En tercer lugar hay quienes creen que el Partido debe hacer una consulta antes de marzo entre los precandidatos liberales y elegir un candidato que vaya a la interpartidista y eventualmente a las elecciones de mayo.

Ello implicaría en la práctica que el Partido Liberal llegaría a la consulta interpartidista con un candidato, no con cinco o diez.

Otros mecanismos

También existe un grupo de jóvenes liberales que promueve que para la escogencia del candidato presidencial se aproveche los canales digitales, es decir, que se utilicen las herramientas y plataformas existentes para que sean los militantes quienes decidan alrededor de los actuales precandidatos.

De igual manera el secretario general del Partido, Héctor Olimpo Espinosa, explicó que  “también identificamos a un grupo de liberales que no están de acuerdo con realizar una consulta abierta y manifiestan que la realización de ésta podría conllevar riesgos e inconvenientes al afirmar que este tipo de mecanismo es propenso a la contaminación. Es decir, que como no hay censo de partidos en Colombia, los otros movimientos pueden distorsionar la voluntad liberal y escoger el candidato que más se ajuste a sus intereses y no el que más convenga al liberalismo”.

 Igualmente, expresan temores en relación con la consulta,  ante la pugnacidad interna y las heridas que ésta genera entre los candidatos de la misma colectividad.

Por ello piensan que la verdadera consulta liberal se hace cuando se eligen los delegados al Congreso del Partido y que es en este escenario en donde se debe definir el nombre del candidato o candidata.