Una vez más el Papa Francisco deja oír su voz en favor de la justicia y la equidad. Su intervención en la Segunda Conferencia Internacional sobre la Nutrición, en Roma, a instancias de la FAO, fue clamorosamente aplaudida por los asistentes a este foro.
El Pontífice argentino, en discurso pronunciado en español, hizo énfasis en que no se puede aceptar ninguna forma de presión política que se sirva de la disponibilidad de alimentos. Se lamentó de que ‘hay comida para todos pero no todos pueden comer’. Evocó una frase de un viejo paisano respecto de que “Dios siempre perdona, los hombres a veces, la tierra nunca”.
Se dolió que la lucha contra el hambre y la desnutrición se frena por la ‘prioridad del mercado’ y la ‘preeminencia de la ganancia, que han reducido los alimentos a una mercancía, sujeta a especulación’. Le asiste razón al Papa sobre la tendencia actual en el mundo donde el lucro se impone, con olvido de millones de desposeídos que carecen, incluso de lo mínimo para la supervivencia.