El milagro económico debe llegar a todos los sectores | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Junio de 2014

Gustavo Veloza Posada

Periodista de El Nuevo Siglo

 

Hace cuatro meses cuando la banca y organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional comenzaron a hablar de Colombia como la tercera economía de América Latina después de Brasil y Chile, pero por encima de Argentina, analistas, medios de comunicación y expertos catalogaron como un despropósito esa consideración.

¿Cómo se iba a escoger a un país como la tercera economía de la región que tenía semejante hoja de vida de subdesarrollo y en la dirección contraria al resto de naciones?

Desde luego no se podía considerar siquiera que una nación que soporta un conflicto armado desde hace 50 años, que ha sobrevivido a los ataques crueles del narcotráfico contra el corazón de su sociedad y que políticamente está sacando la cabeza frente a las mafias de la corrupción, pudiera llegar a escalar el tercer puesto de las economías más sobresalientes.

El espejismo

No, eso no era posible. De pronto se trataba de un engaño de que los expertos del papado financiero mundial estaban calificando correctamente a nuestra economía pero al revés y que eso confundió a los analistas patrios. Era más correcto interpretar que nuestro país era la tercera economía pero de abajo hacia arriba.

Sin embargo, resulta que la visión de las entidades internacionales estaba en lo cierto  y que aquí los analistas incrédulos sacaban pecho ante semejante distinción.

Incluso, el banco JPMorgan advirtió en un documento que los resultados del primer trimestre sorprendieron de manera significativa y explicó que revisó su pronóstico de crecimiento para la economía colombiana en 2014, pasando del 4,6% al 5%.

Con el transcurrir del tiempo, de los días y los meses, las cosas han quedado en sus justas proporciones: de una parte, es verdad, Colombia y nuestra economía están viviendo un verdadero milagro, creciendo más que otros países.

En este primer trimestre de 2014 y con un crecimiento de 6,4 por ciento, es la primera en Latinoamérica y la segunda a nivel mundial, después de China.

¿Pero cómo podemos explicar que desde el exterior hayan visto primero el rumbo económico del país y no aquí en la carrera séptima de Bogotá?

Esa es la paradoja, precisamente, que debemos tener en cuenta.

Claridad en el bosque

El cambio económico del país nos está pasando cerca de nuestras narices y no lo estamos viendo. Ni siquiera nos damos cuenta que el Producto Interno Bruto, PIB, ya está cercano a los 8.000 dólares y el Gobierno ha dicho que en 2018 será de 11.700 dólares y en el 2014 alcanzaremos los 20.000 dólares.

Acaso, todos los días y a todas horas -y desde hace meses- los medios son bombardeados por los informes de cada uno de los sectores de la actividad económica, pero en las redacciones son dejados de lado por aquello de los intereses creados.

Sin duda la economía venía y viene dando muestras de aceleración, de desarrollo en cada uno de sus rubros.

Veamos algunos de los signos y muestras: cada día se reporta que el país está produciendo más vehículos que ningún otro entre sus vecinos, que el promedio pasa por cerca de las 300.000 unidades. ¿Quién tiene la capacidad económica para comprar y cambiar carro como quien se cambia de vestido?

Pues resulta que sí señores, los colombianos, gracias a su mejor capacidad de pago, hoy tienen no para adquirir un vehículo con 20 años de uso, sino uno medio nuevo o nuevo.

La gran demanda

Ya sea mediante crédito o el uso de sus ahorros, miles de colombianos -para desgracia de las pocas vías y la movilidad en las ciudades y pueblos-, se están dando el gusto de pasar del uso de las bicicletas a las motos y de las motos a los carros chinos, europeos o fabricados en la India. Hay para todos los gustos.

Otra muestra: en los principales restaurantes de Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Barranquilla o Cartagena, si algún comensal quiere comer bien y a la carta debe hacer las reservaciones con suficiente tiempo para no pasar un mal rato.

Esto qué significa: que nunca como antes, los ciudadanos, nacionales o extranjeros, quieren comer bien sin importar los precios y eso significa calidad de vida. Hoy los extranjeros que visitan al país tienen ya a la mano lo que pueden disfrutar en las grandes urbes del mundo: buena comida con los mejores restaurantes, grandes centros comerciales con la mejor ropa, sitios de diversión y desarrollo.

Viajando, viajando…

Otra muestra: si algún ciudadano quiere viajar en alguna de las aerolíneas que operan en el país, debe ser precavido y comprar y separar su tiquete con tiempo. Las congestiones en los aeropuertos son cosa de todos los días y para la muestra un botón: entre enero y marzo de 2014, por las fronteras aéreas, marítimas y terrestres de Colombia se registraron 1.004.572 llegadas de viajeros no residentes, lo que significó un crecimiento de 9,1% frente al mismo período de 2013.

Sobre esta cifra el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Santiago Rojas Arroyo, destacó que de mantenerse esta misma tendencia el país cumplirá con la meta de 4 millones de viajeros internacionales para este año.

Otro elemento significativo en este rubro: la llegada de viajeros vía cruceros también mantuvo su ritmo ascendente con un crecimiento del 17% respecto a enero-marzo de 2013. En total arribaron a los puertos de Cartagena, Santa Marta, y San Andrés y Providencia 92 cruceros, siendo La Heroica el destino más dinámico tanto en el número de embarcaciones como de pasajeros recibidos.

Para un visitante desprevenido a algunas de nuestras ciudades y sobre todo si es europeo, no les extraña los grandes trancones que se hacen a la entrada y salida de las ciudades colombianas, cuando en un puente festivo o fines de semana, las familias buscan un mayor esparcimiento o simplemente salen a almorzar en los restaurantes de los alrededores.

Otras muestras: la construcción de vivienda en el país, la caída del desempleo, la creciente inversión extranjera, la disminución de la pobreza, el aumento de la infraestructura en todo el país, las mejores calificaciones de la deuda soberana, el fortalecimiento de las reservas internacionales y el incremento del comercio exterior con la entrada de los Tratados de Libre Comercio.

Estas señales, tan obvias, son las que demuestran que el rumbo económico del país va bien, que existe un mayor desarrollo y que desde luego hay otras necesidades que no han sido cubiertas como la disminución de la pobreza, el acceso a la educación y el mejoramiento de su calidad, el desempleo y la inseguridad.

¿Si a este paso, con tantas dificultades y necesidades, el país está creciendo a tasas de 6,4 por ciento, se imaginan ustedes como vamos a vivir cuando se acabe el conflicto armado…?

 

Equidad y educación

 

De acuerdo con el director de Relaciones Globales de la División de Inversiones de la OCDE, Andrea Goldstein, el gran reto de Colombia es el crecimiento con equidad y la educación es la solución.

Goldstein recalcó que "todo serán beneficios" porque "el país obtendría mejores prácticas con una mayor estabilidad política y económica" y aumentarían las inversiones extranjeras.

"Desde la OCDE recomendamos enfocar la acción y los recursos en la educación y en aquellos campos donde verdaderamente se necesite", agregó.

"La calidad y la cantidad de educación es un tema crucial en Colombia", afirmó Goldstein, quien manifestó que hay que tomar medidas para "eliminar la brecha de la pobreza" en el país.

El funcionario aseguró que en los últimos años "ha habido una mejoría en educación", aunque aludió al mal resultado del país en las pruebas PISA, que evalúan problemas de la vida real, para demostrar que "todavía hay cosas que hacer".

Colombia quedó en el puesto 61 de 65 países al ser evaluado en lectura y matemáticas en el último informe del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) gestionado por la OCDE.

Por su parte el presidente de la Asociación de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce MacMaster, dijo “queremos que Colombia no solo se desarrolle en lo industrial y empresarial sino que tenemos un compromiso social”.

 

El tercer mercado

 

Colombia logró consolidarse como el tercer mercado de la región y el camino promete un crecimiento sostenido. De acuerdo con las cifras evidenciadas por las diferentes organizaciones internacionales que miden la competitividad de los países, se reconoce el buen desempeño que ha tenido la economía en esta materia.
El director de productividad y competitividad del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Daniel Arango Ángel, dijo que este buen momento es reconocido por economías más avanzadas que gracias a las garantías que ofrece el mercado nacional quieren hacer negocios con Colombia.

“El mundo tiene los ojos puestos en nosotros. Una prueba de ello, es que el diario Le Figaro de Francia, denominó a nuestro país el mes pasado como -El milagro económico en América del Sur- adicionalmente la revista británica The Economist calificó a Colombia como una de las seis economías más atractivas”, sostuvo.

El país avanza. La cifra de desempleo de abril fue del 9%, convirtiéndose en la tasa más baja para este mes durante los últimos 15 años. Además, en 2013, se generaron 710 mil empleos formales, lo que se traduce en mejores condiciones de vida para los ciudadanos.

De acuerdo con la reciente publicación del Anuario Mundial de Competitividad publicado por The Institute for Management Development-IMD, las economías emergentes están perdiendo posiciones en el ranking mundial de competitividad y los países latinoamericanos no son la excepción. Sin embargo, mientras países como México y Perú pierden nueve y siete posiciones respectivamente, Colombia logra mantener una estabilidad relativa que le permite acercarse cada vez más a los punteros de la región. 
Lo anterior se explica porque Colombia ha mejorado en factores como el de Desempeño Económico, en donde juegan un papel determinante los datos estadísticos que evalúan el comportamiento del país respecto a variables como los flujos de inversión extranjera directa, la inflación de precios al consumidor y la estabilidad de la tasa de cambio, en las que se han escalado hasta 14 posiciones en los últimos cuatro años.

 

Escalando en competitividad

 

El Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF) también evidencia el crecimiento que ha tenido el país en el factor de Entorno Macroeconómico saltando de la posición 50 (que ocupaba en 2010) al puesto 33 en la tabla. Otras variables como las que determinan el desarrollo del mercado financiero también han escalado 16 posiciones en el ranking, resaltando que Colombia cada vez ofrece mejores condiciones para el sector empresarial.
Otro avance importante es que las mediciones internacionales reconocen el buen manejo que se le ha dado al gasto público y resaltan los importantes recursos que han sido destinados en estos dos sectores. De acuerdo al IMD, el gasto público total en educación mejoró 15 posiciones en el período 2010 a 2014, mientras el gasto total en salud escaló siete puestos en el último año. 
Asimismo, el país crece de manera dinámica en materia de innovación, los recursos destinados para este sector alcanzan hoy los tres billones de pesos, triplicando la mayor inversión hecha hasta el momento en Colombia. El mejor ejemplo de ello es iNNpulsa Colombia, entidad creada en 2012 por el actual Gobierno, para promover el crecimiento empresarial extraordinario y fomentar el emprendimiento de alto impacto.