Para muchos ciudadanos, el Congreso Nacional se encuentra legislando actualmente bajo el síndrome del miedo invencible a las altas cortes, principalmente en materias relacionadas con la administración de justicia, a juzgar por lo que está ocurriendo con el proyecto de reforma judicial en trámite, presentado por el gobierno del presidente Santos, el cual ha sido sometido a tantas desfiguraciones por presiones de las mismas cortes que a estas alturas el tercer debate ya es irreconocible.
Miedo invencible II
Al tan cuestionado proyecto de reforma judicial en trámite, en el Congreso, le han colgado diferentes figuras, pero ninguna tendiente a conseguir una verdadera reforma que sea seria o de fondo, con miras a acabar con la endémica congestión judicial y las corruptelas en los miembros de esta vital rama del poder a todos los niveles. Se dice en los mentideros que frecuentan los litigantes (medio parodiando el viejo pasodoble) que la justicia ya ni siquiera se compra… solo se vende.
Miedo invencible III
La Barca está en capacidad de informar que en círculos ciudadanos liderados por eminentes juristas se gesta una organización seria que pretende elevar su voz de protesta y de petición de auxilio, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que en la misma forma que, en el gobierno anterior, profirió medidas cautelares a favor de algunos magistrados de la Corte Suprema, venga en auxilio del pueblo colombiano para que meta en cintura a las altas cortes y de esta manera se obtenga que el Congreso de Colombia legisle en pro de la comunidad y no en favor de los altos estamentos judiciales, previa liberación de la coyunda a que se encuentra sometido el soberano órgano legislativo por parte de los inquisidores de turno.
Crónica de un fraude anunciado
Atendiendo las denuncias formuladas por el jefe de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán Pachón, sobre el supuesto fraude del cual había sido víctima su propio partido, la Comisión Escrutadora Distrital ordenó una investigación sobre la totalidad de los documentos electorales y el sistema informático que los sustenta.
Anuncio premonitorio
Cuando el Registrador Nacional del Estado Civil, Carlos Ariel Sánchez, en desarrollo de un foro electoral celebrado en la sala de audiencias del Banco de la República, en septiembre último, denunció se preparaba un fraude y lo consolidarían posteriormente en los escrutinios, acertó con pasmosa seguridad en su predicción. El fraude se cometió a la manera del “Registro de Padilla”, cuando hace 105 años fue elegido Rafael Reyes por la vía del comején. La defraudación modelo 2011 ocurrió en Bogotá. Se preparó antes y se consolidó después en la zona diez de Engativá, donde hasta ahora han aparecido 53 mesas de votación adulteradas en sus resultados por cuenta de dos candidatos de Cambio Radical, uno de los cuales obtuvo mediante la adulteración de los cuadros de resultados que le trasladaran votos de otro candidato de su mismo partido, haciéndole honor al canibalismo electoral fruto de la entelequia del voto preferente.