Una de las grandes decisiones que deben afrontar las empresas es cuando en cada periodo deben decidir la entrega de los dividendos, medida que es esperada con interés por parte de los accionistas.
En detenido informe sobre esta situación, la analista senior de renta variable de Correval,Valeria Marconi, indica que “el pago de este beneficio depende del momento económico por el cual atraviese la empresa, su madurez y planes de expansión”.
Señala que “su repartición se ha vuelto de gran importancia para los socios, especialmente los minoritarios quienes, en su mayoría, suelen ser personas naturales que invierten porque quieren ver retribuidos esos recursos con el pago de unos beneficios periódicos, a diferencia de los grandes accionistas, cuyo principal objetivo es la financiación de la operación y los planes futuros de la organización”.
Explica la experta que hay compañías como las petroleras, que por la naturaleza de su negocio y la permanente necesidad de inversión para promover el crecimiento, no son muy dadas a entregar dividendos a sus socios, especialmente aquellas que se encuentran en una etapa temprana de desarrollo. Sin embargo, este no es el caso de Ecopetrol que reparte cerca de 70% de sus utilidades, aunque esto se deba más a un tema político.
Otras empresas como las del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) manejan un equilibrio entre la repartición de dividendos y la reinversión de utilidades, de manera tal que los rendimientos por dividendos que proporcionan estas acciones no son muy elevados.
Para este año, las compañías pertenecientes a este Grupo Empresarial, en su mayoría, están proponiendo un incremento entre 8% y 10% del dividendo por acción, respecto al decretado en 2012.
“Cuando no se entregan dividendos y tampoco hay planes específicos de inversión, no resulta aconsejable mantener tantos recursos en caja. Las empresas deben saber hasta qué punto constituir reservas, porque cuando los montos son muy altos pueden generar una destrucción de valor”, sostiene Marconi.
Añade en su análisis que “la no entrega de dividendos puede desmotivar a los accionistas, sobre todo a los que no son profesionales. Los grandes inversionistas le apuestan más a la valorización y a los proyectos que se logran mediante la reinversión de utilidades. Sin embargo, para las personas naturales es importante tener un ingreso por concepto de dividendos”.