Los países ricos y emergentes del G20 podrán en Washington terminar con buena parte del secreto bancario en el mundo si acuerdan llevar a nivel internacional una serie de medidas que refuerzan drásticamente la lucha contra la evasión fiscal en el planeta.
Varios países están a favor de aumentar el control, entre ellos Estados Unidos y la mayor parte de los países europeos, pero falta consenso en los otros países del G20 para que el intercambio automático de información se convierta en la norma.
Actualmente el acceso a la información se realiza únicamente cuando hay una demanda expresa, que muchos Estados y organizaciones dedicadas a lucha contra los paraísos fiscales consideran insuficiente.
En referencia a la filtración de 2,5 millones de archivos secretos sobre actividades en paraísos fiscales, conocido como el caso "Offshore leaks", el ministro de Finanzas francés, celebró los avances hacia una mayor transparencia.
"Una puerta fue abierta para finalizar con el secreto bancario", dijo el funcionario y agregó que estos avances deben ser respaldados por pasos concretos a nivel internacional.
"Este año se tomó una serie de medidas a nivel europeo. Ahora corresponde al G20 en su conjunto potenciar este impulso hacia una reforma financiera mundial", dijo en una carta dirigida a los ministros de Finanzas, la ONG, Transparency International.
El G20 también deberá abordar en su agenda la situación de la economía mundial, que sigue soportando el peso de la crisis en Europa.
Previsiblemente, Estados Unidos y los países emergentes reiteraron esta semana su petición de que Europa realice más esfuerzos para impulsar el crecimiento.
"Existe el riesgo de que haya una crisis prolongada, pese a todos nuestros esfuerzos en el G20 y en otras instancias internacionales", afirmó el ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, en un discurso que será pronunciado el sábado en la reunión del FMI, al cual tuvo acceso la AFP.
En estas condiciones, "las decisiones colectivas que tenemos que tomar consisten en estimular la demanda", reiteró el funcionario, que agregó que los países ricos tienen margen de maniobra en su presupuesto.
Sin embargo, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, no comparte este enfoque.
"La reducción de los déficit en la zona euro debe continuar", reiteró el funcionario a la prensa.
"Los europeos se encaminan a resolver sus problemas. Y eso toma tiempo antes de que se reanude el crecimiento", agregó.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, dijo el jueves que el Banco Central Europeo (BCE) tiene aún un margen de maniobra.
"De todos los bancos centrales del mundo, claramente el BCE es el que todavía tiene espacio de maniobra", dijo.
"Les corresponde a ellos determinar, con total independencia, en qué momento este espacio debería ser utilizado" para reducir las tasa de interés, agregó.
En cambio, Schäuble, llamó al BCE a recortar la liquidez en la zona euro, una medida que choca contra la posibilidad de bajar las tasas.
"Hay mucho dinero en el mercado, a mi parecer demasiado", dijo el funcionario en una entrevista a un medio alemán que será publicada el lunes, cuyos extractos fueron difundidos este viernes.