En el país están pasando, afortunadamente, cosas inesperadas que desde el punto de vista económico redundan en una muy buena dinámica de la economía, caracterizada por mayor inversión, pero también por un disparado consumo de los hogares colombianos.
El Banco de la República tiene su ojo avizor en los comportamientos internos y externos y ha advertido que si hay que recurrir a nuevas medidas de choque para frenar la inflación, se la juega por la vía de ajuste en los tipos de interés.
El codirector del Banco Central, Juan José Echavarría en diálogo con EL NUEVO SIGLO aseguró que si bien hay medidas que le generan ampolla al empresariado, es bueno recordar que el Emisor tiene una tarea constitucional que defender y aclaró que con el último ajuste en los intereses o con los que vengan, si se hace necesario, no se va a acabar con Colombia ni con su sector real.
Le apostó a un crecimiento sostenido de la economía por un periodo de 10 ó 15 años, pero única y exclusivamente si se hacen los ajustes del caso y si hay disciplina en el Gobierno, en el sector privado y en los hogares, obviamente con una acertada mirada de todos los indicadores por parte del Banco Central.
Dijo que el mundo ha dado virajes impresionantes porque resulta inesperado el buen momento de Colombia y la región. Precisó que hace seis o siete años atrás había un común denominador y era que si a Europa o Estados Unidos le iba mal, a América Latina le iba peor. Hoy el asunto cambió y es visible como en medio de la incertidumbre gestada en el viejo continente, las economías suramericanas están más fuertes y con proyecciones envidiables.
Según estimaciones de Echavarría, si el escenario de la Zona Euro es de una caída del cuatro por ciento, igual el riesgo de contagio en Colombia o la región es mínimo. Caso no muy acentuado en Asia.
El codirector del Banco expresó que tal y como van las cosas es muy difícil que venga una recesión en América Latina con cargo a la compleja situación en Europa porque posiblemente lo peor ya pasó, pero recalcó que Europa sigue con enredos fiscales y financieros, lo que hace que vengan tan malas noticias de ese continente.
Tasas e inflación
Echavarría consideró que la teoría de los gremios, en el sentido de que se puede crecer más de los índices tradicionales sin generar inflación, es eventualmente válida, pero argumentó que la Junta Directiva del Banco vive en función de mirar hacia adelante porque si bien el mundo ha cambiado en términos económicos y de comercio, hay un factor que caracteriza a Colombia y es que cada vez que hay crecimiento, se sube la inflación.
“Aquí hay asuntos por revisar y tiene que ver con la caída en la demanda, el crecimiento del PIB, el elevado precio de algunos activos, el alto nivel de endeudamiento y el alza en la inflación. Hoy tenemos una tasa real del 1,3 por ciento, situación que resulta favorable, luego hay que aclarar que el Banco no está frenando la economía”, declaró.
Dijo que el Emisor está subiendo tasas poco a poco y con pausas para que la fiesta no se recaliente y no se experimenten guayabos dolorosos.
Para Echavarría, el Banco no tiene la verdad revelada e indicó que afortunadamente a la Junta no le ha ido mal. Precisó que hubo un momento complicado cuando el Prestamista de Primera Instancia subió la tasa al diez por ciento por el momento de fuerte demanda y de gran presión inflacionaria.
“Ese día casi nos votan, el Presidente Uribe se puso furioso, igual los gremios, pero hoy nos dimos cuenta de que dichosamente tomamos esa decisión. Pasamos del escándalo nacional a un gran reconocimiento de los actores económicos. Esa determinación inclusive hizo que Colombia creciera a una tasa del 1,5 por ciento, de los pocos crecimientos en la región toda vez que teníamos unas economías deprimidas”, subrayó.
¿Y el dólar?
En su concepto, si bien a la Junta le interesa el asunto del precio del dólar y todas sus implicaciones competitivas, es bueno precisar que el Banco no tiene objetivos cambiarios.
En ese frente trajo a colación dos escenarios, el bajonazo de las tasas entre 2006 y 2007 y la decisión de subir los intereses en el momento más crítico de la economía, cuando en 1999 el Banco subió tasas para evitar dos efectos. Uno que el dólar se fuera por encima de los límites de la banda y, dos, que la medida frenara una posible decisión de salida de capital.
“El pasado nos enseñó que no es bueno tener una banda cambiaria ni un objetivo cambiario, ahora si la situación del dólar es tan apremiante acudimos a herramientas como la intervención del mercado, lo cual ayuda”, explicó.
Dijo que el Banco Central maneja una tasa de interés como varios objetivos pues allí convergen la inflación, el PIB, el ciclo, las burbujas, la tasa de cambio, pero reiteró que el objetivo central del Emisor es defender una baja inflación y propender por un adecuado ciclo económico.
Explicó que el Banco realiza una tarea juiciosa revisando el mundo, la inflación, el mercado interno y otras variables. Reveló que la situación es tan compleja en materia de decisiones que muchas veces la Junta Directiva se reúne sin saber que determinación tomar.
“Uno trata de tomar la mejor decisión, pero es difícil porque por lo general hay muchas cosas en juego”.
Aseveró que por lo que logra leer del mercado, difícilmente las tasas de interés van a repuntar a los niveles de 2007. Si hay que tomar medidas de ajuste al alza, estas no serán tan drásticas.
Para Echavarría lo que tiene claro el Banco, y lo que quiere, es que se logre un crecimiento sostenible, pero no uno que prenda la fiesta para luego caer en las penas y los dolores de cabeza por caídas del dos por ciento.
Si bien el factor crecimiento dependerá en gran medida del trabajo que se haga en educación, infraestructura y los oficios del sector privado, entre tantas opciones, el Banco de la República sí puede garantizar un crecimiento del cinco por ciento permanente y dejar todo listo para los próximos 25 años cuando otros factores indexarán la dinámica del crecimiento.
Para el codirector, Colombia camina por buenos derroteros, hay una dinámica interesante en el sector productivo y por eso no cabe la acotación aquella de que con las medidas recientes el Banco está frenando el crecimiento. “Nosotros lo que vemos es que a muy poca gente le está yendo mal. Son mucho más los que están pasando por un excepcional momento”.
Echavarría aseveró que en el foro de Perspectivas económicas de ANIF y Fedesarrollo, lo que hizo fue explicarles a los empresarios porque el Emisor ajustó las tasas pues considera que no muchos tienen claro lo que está pasando y lo que está por venir en varios frentes. “En supervisión económica el Banco tiene una gran ventaja y es que tiene cien técnicos trabajando tiempo completo… Nadie tiene ese equipo técnico alimentando a la Junta de información”, precisó.
Aparte de la exhaustiva observación a la economía, el Banco adelanta giras por las regiones colombianas para percatarse del mínimo detalle de los comportamientos económicos.
El mensaje que le entrega el economista al sector privado es que desde la tribuna del Banco se anhela que todo vaya bien, pero enfatiza que lo que preocupa es que lleguen bonanzas que después terminen en recesión.
Para el Codirector la inflación debe cerrar en tres por ciento, pero consideró que dadas las condiciones es mejor manejar un rango de entre dos y cuatro por ciento.
Para el Banco Central, Colombia va bien en materia económica, pero no niega que existan algunas luces amarillas que fomentan alarma y es justo allí en donde el Emisor debe actuar.
El año pinta bien
Echavarría estimó que todos los indicios permiten vaticinar que en 2012 el comportamiento de la economía colombiana será muy bueno. Destacó que en medio de las voces de alarma que llegan de Europa, hay blindaje, entre otras cosas porque al país en su momento le cayeron todos los males, haciendo que se aprendiera a manejar con acierto todo tipo de crisis.
Aseveró que hoy la gran pregunta es qué va a pasar con América Latina y con Colombia si se desploma Europa, sin embargo dice que la experiencia le permite asegurar que la región y el país seguirán creciendo en medio de una recesión en la Zona Euro.
Considera que Colombia tiene actualmente una economía que goza de buena salud y que lo ideal es que siga por ese buen rumbo. “El asunto es aplaudir el crecimiento, pero evitando sorpresas o sobresaltos”, afirmó.
De igual forma Echavarría reconoció que independiente de las tasas, hay otros mecanismos para morigerar la inflación y tienen que ver con el control de capitales y el manejo de los encajes bancarios.
Destacó el buen nivel de deuda externa, aun cuando aclaró que si bien a la pública le va mejor porque ha logrado castigar obligaciones, a la privada no le va también porque su endeudamiento bajó en el exterior pero siguió dinámico en Colombia. De todas maneras la deuda externa es más baja hoy que en el pasado y eso dice que el país es buen pagador y cumplidor de sus compromisos.
La deuda pública logró descensos importantes pudo pasar del 17 al seis por ciento, mostrando que el Ejecutivo va igualmente en la dirección correcta. Añadió que el juicioso pago de la deuda se ha convertido en una fortaleza pues en 1999 los agentes estaban asustados. Hoy la deuda externa pesa 10 por ciento del PIB.
Para el experto la labor del Gobierno es igualmente importante pues son altamente visibles los buenos indicadores fiscales. Destacó el moderado gasto público y la eficiencia en el recaudo de tributos.
Percibe que el Gobierno logró canalizar y acopiar recursos que esperaba para dentro de dos años, situación que le permitirá invertir en el urgente desarrollo de la infraestructura vial. Reveló que el Ejecutivo ha estado tan a tono con la realidad económica y los riesgos, que en las últimas dos juntas del Banco el Ministro ha votado por las alzas en el costo del dinero.
Sobre el entorno internacional, dijo que la contracción europea está en niveles del 0.5 por ciento lo cual no genera afectación para Colombia, pero un escenario más grande tendría que analizarse, aclarando que igual hay un importante blindaje por el buen momento de la inversión extranjera directa y por la fortaleza del país.
Indicó que un lastre para Colombia podría darse si el problema europeo arrastra a China, golpeando su crecimiento y este, por consiguiente, a Estados Unidos. Ahí vendría un impacto para exportaciones de comoddities y manufacturas, pero ese escenario está lejano.
Según Echavarría, los expertos prevén un crecimiento económico de entre cuatro y seis por ciento, pero ese indicador podría estar en cinco, lo cual no es para nada malo.
“El contagio por Europa no es tan trascendental porque Colombia depende más de Estados Unidos y esa economía está saliendo de líos, fenómeno que ayuda a Colombia”.
Crédito
Anotó que sin duda el crédito empezará a contraerse, no solo por el factor tasas sino por el ambiente de crisis en Europa.
Dijo que en medio del buen ambiente de inversión y crecimiento, al país le toca afinar para evitar inconvenientes de última hora. Alertó que hay un endeudamiento de los mismos niveles del 97 y el 98, años nefastos para la economía.
Dijo que si bien las noticias son buenas para la economía nacional, no se puede esconder que hay altos pecios de la vivienda con tendencia a crecer. Alertó que el crédito progresa a tasas superiores al 20 por ciento. Empero afirmó que las provisiones de los bancos son abundantes y sanas.
En su consideración, por bien que marche la economía, hay que estar monitoreándola para intervenir a tiempo porque todos los indicadores suelen ser muy sensibles.
Aseguró que las personas se siguen endeudando porque a pesar del ajuste en los tipos de interés, estos siguen bajos.
Echavarría dijo que por el buen momento de las exportaciones, el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos está en niveles de 3,2 a 3,4 por ciento. Este comportamiento, que no es bueno, se debe de igual forma al ingreso de inversión extranjera.
Echavarría defendió los tratados de libre comercio al considerar que estos le darán mayor dinámica a la economía. En ese orden de ideas dijo que el TLC con Estados Unidos traerá cifras de crecimiento importantísimas al igual que la negociación con Corea.
Le dio buen recibo al acuerdo comercial con Venezuela y aseguró que con todo ese panorama de inversión e intercambio económico, al país le vienen muy buenas noticias.
“El país está de moda, la gente quiere venir a Colombia y eso es porque mejoró la imagen y porque tenemos fama de buenos administradores. Hoy, en buena hora, somos más confiables y tenemos mucho que ofrecer”, concluyó.