A través de una serie de mesas de trabajo en todas las regiones del país, las comisiones de paz del Congreso socializarán los temas incluidos en el preacuerdo firmado entre el Gobierno Nacional y las Farc con el fin de involucrar a la sociedad civil en las negociaciones que se instalarán el próximo 17 de octubre en Oslo, Noruega.
Esta agenda se acordó ayer en un encuentro de los congresistas de las comisiones de paz de Senado y Cámara con el alto comisionado de paz Sergio Jaramillo y el ministro consejero para el Diálogo Social, Luis Eduardo Garzón.
Precisamente hoy se espera que el Jefe del equipo negociador Humberto de la Calle de a conocer detalles del estado en el que inicia la segunda fase de las negociaciones.
Se trata de rescatar "la voz de las regiones más sufridas del país, de los campesinos, indígenas, afrodescendientes, de las personas que han sufrido en carne propia en el conflicto armado en Colombia y pueda tener un eco en la mesa de negociación de paz. Es un mecanismo que esperamos seas democrático para que la sociedad civil se escuche en la mesa", manifestó el representante Iván Cepeda, del Polo Democrático.
El presidente del Congreso, senador Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), dijo que esta instancia será el canal de comunicación de la ciudadanía con la mesa de conversaciones del Gobierno en Oslo y Cuba.
Se realizarán mesas de trabajo en ocho regiones del país. El recorrido se inicia el 24 de este mes, en Sincelejo; sigue en Barranquilla, el 26 y 27 de Octubre; Villavicencio, 31 de Octubre y 1 de Noviembre.
Sigue Popayán el 2 y 3 de Noviembre; Medellín, 7 y 8 de Noviembre; Florencia, 9 y 10 de Noviembre; Bucaramanga, 14 y 15 de Noviembre; y Bogotá, 21 y 22 de Noviembre.
Sesionarán durante dos días: uno preparatorio y otro en mesa de trabajo. Tendrán el respaldo del PNUD, Fescol y la Oficina del Ministro Consejero para el Diálogo Social.
Según el senador Barreras, la segunda ronda comenzará en 2013, con el tema de las víctimas del conflicto.
Podrán participar organizaciones de campesinos; indígenas; afros; mujeres; sindicalistas; estudiantes; defensores de derechos humanos, de niñas, niños y jóvenes; ambientalistas; comunidades de LGTBI; iglesia; empresarios; académicos e investigadores sociales y las víctimas del conflicto armado.
"Se recogerán las sugerencias de la sociedad civil y se harán llegar a Oslo y a La Habana, a los negociadores del proceso de paz", afirmó Barreras.
La senadora Gloria Inés Ramírez, del Polo, explicó que estas mesas de trabajo se desarrollarán en lo que resta de este año y continuarán en el 2013 de manera paralela a las negociaciones que avancen en La Habana, Cuba.
Simón Trinidad
El jefe guerrillero Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, preso en una cárcel de Estados Unidos, podría participar de forma virtual en el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc si Washington lo autorizara, declaró ayer la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa.
La intervención de Palmera en los diálogos "a través de mecanismos virtuales podría ser posible. Es decir, a través de teleaudiencias", señaló la funcionaria a periodistas tras un evento público en Bogotá.
"Jurídicamente sí es posible, en caso de que el Gobierno americano lo autorice porque él está a disposición de ese Gobierno", precisó.
Paso a las víctimas: Movice
A través de una carta abierta a los negociadores, tanto del Gobierno como de la guerrilla, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), insistió en la exigencia que distintas organizaciones de la sociedad civil han planteado, tanto en la Semana de la Indignación que concluye mañana, como en el Encuentro de Víctimas de las Farc, que se reúne en domingo: un proceso de paz con participación de las víctimas.
Tras saludar el inicio de las negociaciones, Movice sostuvo “creemos que este proceso no compete únicamente al Gobierno y a la insurgencia, sino que debe contar con la activa participación de las víctimas y de la sociedad civil en su conjunto, y culminar con cambios estructurales democráticos e incluyentes”.
Así, Movice exige, entre otras cosas, “que se avance hacia el cese bilateral de hostilidades”; que “cesen los hostigamientos contra la población organizada por parte de las Fuerzas Armadas y de los grupos paramilitares”, así como “el desmonte real” de esas estructuras; y que exista una “apertura de escenarios de expresión, seguimiento y diálogo en los niveles nacional y regional”.