El comandante del Ejército colombiano, general Sergio Mantilla, expresó su preocupación por las normas jurídicas que rigen en el país para desarrollar las operaciones militares, y justificó los últimos reveses militares en el hecho de que la guerra no se ha acabado.
"El ejército tiene moral, pero hay inquietudes y preocupaciones con las reglas que rigen el combate en Colombia", precisó Mantilla en declaraciones al diario El Tiempo de Bogotá, divulgadas este domingo.
El oficial explicó que las Fuerzas Militares deben tener un "marco jurídico muy claro que nos permita desarrollar las operaciones", al recordar que el fuero militar "estaba reducido y se fue acortando hasta hacerlo casi inexistente".
Sin embargo, agregó, "estamos haciendo unos esfuerzos muy grandes, coordinados entre todos, para recuperar el fuero y contar con una fuerza operativa que permita adelantar las operaciones".
Mantilla salió al paso de afirmaciones de algunos sectores del país, encabezados por los militares en retiro, que aseguran que las tropas están desmoralizadas y no quieren combatir, porque no cuentan con las garantías jurídicas necesarias.
"Este año hemos perdido cien hombres en el campo de combate, peleando, defendiendo a los colombianos, y es injusto decir que murieron desmoralizados. Que se nos desconozca esa voluntad de ir hasta lo más profundo de la selva en búsqueda del enemigo", enfatizó.
Mantilla hizo las declaraciones una semana después de que guerrilleros de las FARC, que presuntamente salieron de territorio venezolano, dieron muerte a 12 militares en una zona rural del departamento colombiano de La Guajira.
En ese sentido, el comandante del Ejército admitió: "¿que tenemos reveses? Sí. Nadie ha dicho que la guerra se acabó, pero eso no nos hace perder el curso, vamos en la dirección adecuada".
El oficial rechazó que los últimos golpes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo insurgente del país andino, signifiquen que se ha retrocedido a situaciones de hace 10 años, cuando la ofensiva rebelde llegó a poner en jaque al país.
"Es imposible que regresemos a la situación de hace 10 años. (...) Hoy las novedades se están presentando sólo en 10 sitios, hace 10 años eran 100 sitios, teníamos a Bogotá rodeada", indicó.
Y concluyó: "hoy las condiciones, el tamaño de las fuerzas y la voluntad del gobierno nacional, no permiten que el país regrese a la situación en que nos encontrábamos en el año 2002".