Los rebeldes sirios ejecutaron a 20 soldados en Alepo (norte) el pasado fin de semana, en la última matanza de un conflicto que se plantea "muy difícil" para el nuevo mediador internacional, Lakhdar Brahimi, quien inició este lunes en Egipto su misión de paz.

La violencia continuaba en Alepo, la segunda ciudad del país, escenario de una batalla entre los insurgentes y el gobierno desde el 20 de julio, donde al menos veinte soldados fueron ejecutados sumariamente este fin de semana, según anunció el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

"Estos soldados fueron capturados en el cuartel Hanano el viernes o el sábado por los rebeldes y fueron ejecutados en otro lugar. Tenían las manos atadas y los ojos vendados", indicó a la AFP el presidente de esta ONG con sede en Gran Bretaña, Rami Abdel Rahman.

Un video difundido por el OSDH muestra a unos 20 hombres tendidos boca abajo en una calle, con la cabeza ensangrentada sobre la acera.

Junto a ellos se ve a hombres armados, de civil o con uniforme, haciendo la señal de la victoria.

Según un informe de la comisión de investigación de la ONU difundido el pasado 15 de agosto, las fuerzas gubernamentales sirias y sus milicias han cometido crímenes de guerra y contra la humanidad, mientras que la oposición armada ha perpetrado también crímenes de guerra, pero a menor escala.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo este lunes que hay que asegurarse de que "toda persona, de ambos lados, que cometa crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad u otras violaciones de los derechos humanos internacionales o del derecho humanitario responde ante la justicia".