Regresó a Israel el israelo-estadounidense Ilan Grapel, preso en Egipto por presunto espionaje, en el marco de un canje de prisioneros que permitió el regreso a su país de 25 egipcios.
Grapel aterrizó el jueves en la noche, procedente de Egipto, en el aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv, donde lo esperaban el embajador de Estados Unidos en Israel y representantes del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, anunció la televisión israelí.
El joven de 27 años fue liberado después de más de cuatro meses de detención en Egipto a cambio de 25 prisioneros egipcios, entre ellos tres menores de edad.
Un miembro de la delegación israelí que fue a buscar a Grapel a Egipto, el diputado Israel Hason, afirmó esperar que "esto permita mejorar nuestras relaciones con Egipto", en declaraciones a la radio pública de Israel realizadas desde el aeropuerto de El Cairo.
Anteriormente, 25 prisioneros egipcios habían sido trasladados de Israel a Egipto por el puesto fronterizo de Taba, en la península del Sinaí. Algunos de ellos besaron el suelo al pasar del lado egipcio de la frontera, según imágenes de la televisión pública egipcia.
Los tres menores, dos de ellos de 15 años y uno de 16 años, fueron los primeros en llegar.
Un comité de bienvenida los esperaba con flores y banderas egipcias.
"Hoy es un día de fiesta, un día histórico. Es una gran victoria para nosotros", declaró el gobernador del Sinaí del Sur, Jaled Fuda, durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo del Sinaí del Norte, Abdelwahab Mabruk.
Según Siwan Weizman, portavoz de la administración penitenciaria israelí, los egipcios estaban detenidos por tráfico de droga, de armas o por incursiones ilegales en territorio israelí.
Por su parte, Grapel, de 27 años, estaba detenido en Egipto, acusado de ser un agente del Mosad, los servicios secretos israelíes, y de operar contra los intereses del país árabe. Se le acusó de participar en actividades de espionaje "con el objetivo de dañar los intereses económicos y políticos del país".
Poco después de la detención de Grapel, a mediados de junio, el ministro de Relaciones Exteriores israelí Avigdor Lieberman desmintió que este ciudadano israelo-estadounidense fuera un espía de los servicios secretos de Israel.
"Este estudiante, que ha podido tener un comportamiento extraño e irresponsable, no tiene ninguna relación con los servicios de inteligencia israelíes, estadounidenses o lunares", aseguró Lieberman.
La semana pasada, el soldado israelí Gilad Shalit, prisionero del movimiento Hamas desde hacía cinco años en Gaza, fue liberado al mismo tiempo que 477 palestinos encarcelados en Israel, primer grupo de los 1.027 que el gobierno israelí aceptó canjear por el militar.
AFP