La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó en la noche del lunes un proyecto de ley que eleva el techo de la deuda del país, con el fin de evitar una caída en cesación de pagos de la principal economía mundial y sus consecuencias.
Los legisladores aprobaron la medida, que recorta billones de dólares en el presupuesto del gobierno, por 269 votos contra 161 y ahora se espera que el Senado haga lo mismo antes del plazo crucial de la medianoche del martes al miércoles.
El techo de la deuda estadounidense está fijado en la actualidad en 14,3 billones de dólares, cifra que será sobrepasada el próximo 2 de agosto si el Congreso y el presidente Barack Obama no logran confirmar el acuerdo preliminar alcanzado el domingo.
El proyecto de ley ya aprobado por los representantes prevé un recorte de gastos por 2,1 billones de dólares y un aumento del techo de la deuda en más de de 2 billones de dólares.
Se espera que Senado apruebe el proyecto desde las 16H00 GMT del martes.
El voto fue una prueba crucial para el presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, que debió lidiar con el ala ultraconservadora de su partido, conocida como "Tea Party", cuyos integrantes se oponían a rajatabla a cualquier acuerdo que no incluya drásticos recortes presupuestarios y no querían saber nada de elevar los impuestos.
Los representantes republicanos votaron 174-66 en favor de la medida.
En el bando demócrata, la líder de la minoría en la Cámara, Nancy Pelosi, también debió convencer a los miembros más liberales que voten el proyecto pese a creer que se aleja de principios fundamentales expuestos por el presidente Barack Obama.
"No estoy feliz con esto, pero estoy orgullosa de que algunos de los logros que contiene y por eso voy a votar por el proyecto", dijo Pelosi poco antes de la votación con el fin de agrupar a sus correligionarios.
"Por favor piensen lo que podría ocurrir si caemos en cesación de pagos. Por favor, por favor, por favor, prevengan el daño colateral contra nuestros pensionistas y nuestros veteranos", dijo.
Las palabras de Pelosi alcanzaron apenas para obtener un 95-95, con muchos demócratas esperando hasta último momento para votar.
Los liberales se mostraron indignados de que el plan contenga solamente recortes presupuestarios y haya obviado cualquier aumento impositivo.
El compromiso sobre el límite de la deuda fue alcanzado in extremis el domingo entre la Casa Blanca y los líderes parlamentarios.
Los mercados se habían mostrado inicialmente optimistas ante el anuncio del acuerdo, pero luego los ánimos cayeron ante los temores generados por las dificultades en la Cámara de Representantes y el futuro de la clásica nota "AAA" de Estados Unidos.
Una degradación haría subir los intereses que debe pagar Estados Unidos para endeudarse, afectando por tanto su economía.
Wall Street cerró en baja moderada este lunes, el Dow Jones Industrial Average cedió 10,75 puntos a 12.132,49 puntos y el Nasdaq, de dominante tecnológico, bajó 11,77 puntos a 2.744,61 puntos.
Tras haber insistido durante mucho tiempo en incluir en el plan nuevos ingresos fiscales, en particular con impuestos a los más ricos, el presidente Barack Obama finalmente cedió ante la resistencia de los republicanos.
Según un alto funcionario que pidió el anonimato, el acuerdo permite aumentar en 2,1 billones de dólares el techo de la deuda -suficiente para llegar hasta 2013- y realizar recortes de gastos por 2,1 billones en dos etapas.
Una comisión integrada por igual número de republicanos y demócratas tendrá luego la tarea de recomendar recortes por otros 1,5 billones para el 23 de noviembre, y el Congreso deberá aprobarlos para el 23 de diciembre.
Si el Congreso no vota para esa fecha, recortes por el mismo monto entrarán en vigor automáticamente en 2013, divididos equitativamente entre defensa y otros ministerios.
La fuente de la Casa Blanca dijo que la Seguridad Social y Medicare, el programa de salud para ancianos, no serán afectados por los recortes automáticos.
Los republicanos obtuvieron así importantes rebajas en los gastos sin ceder respecto a un alza de impuestos a los sectores más ricos o la supresión de ventajas fiscales, como la que poseen los propietarios de aviones destinados a negocios empresariales, que fuera muy criticada por el propio Obama./AFP