Refinería, proyecto inaplazable | El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Septiembre de 2012

* Sobrecostos en la contratación

** Ecopetrol obtendría 12% de utilidades

 

Uno de los temas que más interesa al desarrollo colombiano es el del valor agregado a la industria petrolera. Todos estamos entusiasmados con la exploración y el aumento de la producción que han significado jugosas regalías en los últimos años. Es tal el peso en la economía nacional, que mas de 50% de nuestras exportaciones depende del petróleo, cuyas utilidades también tienen que ver con la forma como Ecopetrol lo negocia en el exterior. Lo mismo que con los éxitos que en ese campo han tenido las compañías privadas que se dedican a su extracción y venta, dejando positivas utilidades para ellos y para el fisco colombiano.

Desde luego que el negocio del petróleo no es sólo extraerlo o venderlo. Esa es una de las fases primigenias. Mucho más importante es entrar en la industria de los derivados, en lo cual se debe hacer un gran esfuerzo en el país, que implica no solamente elevadas inversiones, sino adquirir la más moderna tecnología y asesorarse de los mejores expertos y técnicos. Por lo anterior hemos visto con la mayor simpatía el proyecto de ampliar la Refinería de Cartagena -Reficar-, que ha tenido diversos tropiezos. Como es de público conocimiento, la empresa internacional Glencore inicialmente se iba a ocupar en la ampliación, mas en un momento determinado decidió vender su participación de 51%, aduciendo que los costos eran muy elevados y que en ese momento el negocio no era tan rentable como ellos habían pensado. A esas alturas, el Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez resolvió comprar el 51% de esa empresa y desde ese momento algunos expertos señalaron que por estar en malas condiciones, falta de mantenimiento y un tanto obsoleta, su modernización requería de un proyecto especializado y súper vigilado para que no se cometieran errores al ensanchar la planta que en esa época procesaba 80.000 barriles diarios y la idea era doblar la producción a unos 165 mil barriles diarios.

La experiencia en proyectos tan ambiciosos de alta tecnología que tiene Ecopetrol y sus técnicos es normalmente una garantía de éxito. Pese a eso, los atrasos en la obra se han convertido en una verdadera pesadilla, en especial para los dolientes de las finanzas públicas, como es el caso del exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry. El confesó a los medios de comunicación que le había causado enorme sorpresa que el proyecto de ampliación de la Refinería hubiese pasado de 3.400 millones de dólares a 4.900 millones. En estos proyectos importantes a veces se presentan percances e imprevistos que obligan a que suban un tanto, pero no en semejante proporción. Según algunas explicaciones que han dado los interesados, esto se debe a que por la obsolescencia de parte de la estructura de esa planta por el invierno, problemas del terreno y demoras en la entrega de equipos, se han retrasado más de la cuenta. Esas explicaciones no dejaron satisfecho a Echeverry, quien instó a los responsables que le pusieran más atención al manejo de los fondos públicos en cuanto estos pertenecen a todos los colombianos y no los podemos dejar al azar de una contratación que no responda a lo pactado inicialmente. Con la franqueza que lo caracteriza, así se lo hizo saber a Orlando Cabrales, gerente de ese proyecto tan importante, del cual le pareció un error que viviera en Bogotá en vez de estar en Cartagena supervisando una inversión en la planta que había sobrepasado los costos de la contratación inicial en una forma exorbitante. A su turno la contralora general, Sandra Morelli, al ser entrevistada por los medios sostuvo que hasta donde ella conocía y la vigilancia que había ejercido la institución sobre ese proyecto, bandera de la Costa, no se presentaban anomalías graves, sino que se desarrollaba dentro de la normalidad para superar los obstáculos que se habían presentado. Y el presidente de Ecopetrol, Javier Genaro Gutiérrez, explicó que no había ninguna anomalía en Reficar, que por el contrario cuando se hizo el préstamo a Eximbank se había contemplado que fuese por 4.854 millones de dólares y que además la rentabilidad que ofrecía el proyecto para Ecopetrol estaba por 12%, lo que es aceptable para este tipo de operaciones.

No dudamos de la capacidad técnica, la seriedad, respetabilidad y buen juicio de los directivos de Ecopetrol, pero debemos ser más precavidos y evitar que nuevos desembolsos y demoras en la contratación, como los que se han denunciado en Cartagena, sean consuetudinarios en los quehaceres estatales.