Nueve millones de votos que no fueron... | El Nuevo Siglo
Miércoles, 8 de Noviembre de 2023

 

Que cerca del 10% de los votos que se depositaron el pasado 29 de octubre por quienes acudieron a las urnas para escoger gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles hayan terminado siendo nulos o no marcados, es una circunstancia que debe llamar a la reflexión sobre la funcionalidad del sistema electoral colombiano.

Según se desprende de un informe publicado por este Diario, durante los recientes comicios regionales y locales hubo más de 94 millones de votos por todos los cargos uninominales y de cuerpos colegiados, y de ese volumen un poco más de nueve millones de sufragios no tuvo efecto alguno, por tratarse de tarjetones que no fueron diligenciados por los ciudadanos, que fueron mal marcados (se equivocaron al tachar los nombres de candidatos, partidos o las casillas de los números en casos de listas de voto preferente) o simple y llanamente la persona prefirió escribir, hacer dibujos o incluso plasmar groserías y mensajes obscenos en los mismos.

Sea cual sea la causa, lo cierto es que este es un hecho preocupante que debe ser analizado a profundidad, sobre todo porque son las votaciones para Juntas Administradoras Locales (JAL) y asambleas departamentales las que más porcentaje de votos desperdiciados registran, seguidos de los depositados para concejos municipales. Los referentes a escogencia de gobernador o alcalde, que traen la foto de los respectivos aspirantes, resultaron ser los que menos presentaron esta anomalía.

En ese orden de ideas, se requiere establecer si esa circunstancia responde a que una fracción significativa de ciudadanos no sabe manejar bien los tarjetones para cuerpos colegiados, en donde no aparecen las fotos de los candidatos, sino los logos de los respectivos partidos y movimientos políticos, con las casillas de número que le correspondió a cada aspirante.

Si bien es cierto que Colombia tuvo en los recientes comicios una participación electoral que bordeó el 60%, un porcentaje considerado muy positivo y que incluso se encuentra por encima de los promedios de asistencia a las urnas de algunos países en donde rige el voto obligatorio, el alto número de sufragios nulos o no marcados es, sin duda alguna, una mácula en nuestro sistema electoral.

No hay que olvidar que suele decirse que los comicios territoriales son los que más entusiasman e interesan a los votantes debido a que se trata de escoger a los gobernantes cuyas decisiones tienen un impacto más directo e inmediato en el diario vivir del ciudadano.