AGOBIADA España por la crisis económica, los continuos sacrificios para pagar las deudas acumuladas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, como por los gobiernos autonómicos locales y la banca, parece desesperar. Hemos visto a los indignados salir a las calles a protestar por todo, exaltados contra los políticos, los partidos, el gobierno, los ricos, los banqueros nacionales e internacionales, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo, y, ahora, contra el creciente poderío de Alemania, potencia en ascenso que tiene el dominio acreedor en cuanto los que le deben, no solamente deben pagar, sino que esperan recibir mas ayuda para sobrevivir. Los ataques de los indignados no se limitan a los políticos, culpan a los medios de comunicación que -según dicen- no advirtieron la crisis o la magnitud de la crisis, en tanto los medios ripostan que los agentes en el Gobierno de Rodríguez Zapatero maquillaron las cifras, ocultaron las deudas, hicieron todo lo que suelen hacer algunos particulares cuando están al borde de la quiebra y solicitan préstamos.
Y para confirmar la manera como se engañó a la opinión pública y se avanzó por el despeñadero financiero, basta repasar las cifras de la Comisión Europea al respecto, en lo que atañe a las cuentas presentadas por el Gobierno de España de déficit público, para el ejercicio del 2011, sobre los recursos aportados a las entidades financieras en quiebra. Al revisar los números se concluye que “al alza hasta el 9,4% del PIB” -en lugar del 8,5% previamente estimado- el déficit público de España el año pasado. Es de anotar, que esa corrección de la Comisión Europea se produce: ”tras contabilizar las ayudas a Catalunya Caixa, Novagalicia y Unnim y facturas impagadas del Gobierno central, comunidades autónomas y ayuntamientos. Eurostat eleva además el déficit de 2010 del 9,3% al 9,7% por las facturas impagadas previamente no contabilizadas”., casi el mismo de Grecia con 9,4%. Esas cifras, para los entendidos son escalofriantes y deben sumarse a otros datos del informe para captar la magnitud de la crisis o el saldo rojo, Y como remate agrega el informe que al Eurostat, revisar con lupa las cifras encuentra que el déficit va ”al alza hasta el 9,4% del PIB , en vez del 8,5%” . En resumen, un total de 17 Estados miembros se desbordan en sus finanzas negativas y “superan el límite del 3% que fija el Pacto de Estabilidad”. Y la situación económica se deteriora día a día en Francia con el socialista Hollande, cuya popularidad resultó flor de un día cuando ganó las elecciones, pues ahora va en picada. Los ricos huyen de Francia, 25 de los más acaudalados viven fuera del país, en tanto la mayoría hace las maletas, para tratar de evitar el golpe mortal a sus ingresos que Hollande ha dispuesto del 75% a quienes reciban sumas anuales superiores al millón de euros. Lo que indigna a los que producen riqueza es que saben que el Estado-burocrático francés es de los más costosos del mundo y espantar a los ricos para no hacer las reformas, no reducir su tamaño y adaptarlo a los tiempos de crisis, puede ser un error fatal, que afectará la inversión; de momento significa unos ingresos mayores, a largo plazo, un golpe mortal al despegue de la economía francesa, que cae en el viejo síndrome socialista de privilegiar el parasitismo burocrático a los estímulos a la producción en momentos difíciles para la eurozona.
En ese ambiente sombrío, negativo, de agrias tensiones y protestas a diario, por cuenta de la pesadilla financiera que heredó el Gobierno de Mariano Rajoy, ha tenido que ir a elecciones regionales. Los políticos y la prensa adversa hasta el sábado anunciaban la muerte política del Presidente. Si perdía en Galicia comenzaba la cuenta regresiva. Se trataba de la votación en las nacionalidades oficializadas en tales términos por la Constitución de 1978, que, en un momento de locura, agudiza el separatismo, antiquísima planta venenosa española. Gallegos y vascos salieron a votar, el Partido Popular de Manuel Fraga Iribarne en Galicia le dio el domingo la victoria a Rajoy, mientras los moderados del Partido Nacionalista Vasco, Euskadi, alcanzaron la mayoría, dejando atrás a los de la ETA. Los resultados electorales favorecen a Rajoy, cuyo gobierno con el agua al cuello y zarandeado por la tormenta que abruma a sus vecinos, recibe inesperado oxígeno de los electores reflexivos y responsables.