Entendible la polémica que ha surgido por estos días en torno de si los rivales que escogió la Selección Colombia, categoría mayores, para su preparación de cara a lo que será la Copa América a partir de junio próximo, son los más adecuados para un equipo nacional que tiene la mira puesta en pelear por el título continental.
Es claro que los combinados de Bahréin y Kuwait no son equipos con un alto nivel de competitividad y, por obvias razones, no ofrecen una alta dosis de exigencia para el equipo colombiano, que ocupa la tercera casilla en la clasificación de la FIFA. Baste con decir que el primero de esos clubes, que fue goleado el jueves 6-0 por los dirigidos por Pekerman, se sitúa en el puesto 104 del ranquin.
Algunos analistas consideran que, en realidad, esta clase de partidos tienen un móvil más económico, pues a la Federación le ingresa un buen dinero que sirve para financiar toda la logística y preparación de los seleccionados de todas las categorías. Igual hay comentaristas que sostienen que competir con estos equipos débiles sirve al técnico para probar nuevos jugadores o darles minutos y confianza a los que siendo titulares no han tenido la suficiente continuidad en sus respectivos clubes.
Todo lo anterior puede ser cierto, pero no deja de llamar la atención que otros equipos suramericanos que también buscan pujar por el título de la Copa América aprovecharon estas fechas FIFA para enfrentar rivales de primer nivel, y esas selecciones también tienen la urgencia de recaudar recursos así como de darles oportunidad a sus jugadores para que se acoplen mejor al esquema de sus técnicos.
Habrá que esperar al comportamiento que tenga la Selección Colombia en el torneo continental que se realizará en Chile y evaluar si el proceso de preparación para el mismo fue el más adecuado.