Justicia social y desarrollo | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Diciembre de 2012

*Bondades del SENA

*Es preciso fortalecer el modelo educativo

 

Una  de las entidades más importantes del país es el SENA, que lo funda el dirigente conservador Raimundo Emiliani Román. Allí se plasma la idea conservadora del bien común aplicada a la educación y al desarrollo. Gracias al aporte de la empresa privada por medio del Estado se ha conseguido que millones de seres contribuyan al desarrollo de Colombia, mediante el uso inteligente de las enseñanzas que expertos calificados imparten allí. En esa entidad se han formado más de veinticinco  millones de colombianos, gran parte de origen humilde, los cuales se incorporan a la fuerza de trabajo capacitada y competente de nuestra  industria. Gran número de sus egresados después de desempeñarse en distintas empresas logran montar su propio negocio. Se trata de carreras que abarcan casi toda la diversidad de la capacitación para el desempeño práctico y una forma digna y positiva de ganarse la vida.  El SENA es una verdadera fábrica de buenos profesionales y ciudadanos, comprometidos con el país. Como se trata de estudios específicos que se complementan con la realidad industrial, comercial y las necesidades del público, según la capacidad personal y las habilidades como administrador, quienes salen de esa entidad pueden con el tiempo convertirse en prósperos empresarios. Defender el SENA es un compromiso de todos los colombianos. Por lo general los distintos gobiernos han apoyado esa institución nacional, la  que en la actualidad es ejemplo para otras naciones de Hispanoamérica. En su momento, Raimundo Emiliani se inspiró en el modelo francés y, en especial en la entidad que con ese fin de aportar al desarrollo elementos calificados, fundara  el presidente Getulio Vargas en Brasil. Los mejores y más experimentados educadores colombianos y extranjeros han contribuido a fortalecer y acrecentar el capital humano de esa entidad educativa. Los egresados del SENA, con su aporte a la sociedad de toda una vida de trabajo, pagan con creces los beneficios que reciben por parte del Estado mientras estudian. La verdadera igualdad de oportunidades que caracteriza nuestra democracia se consagra allí. Si se repasa por un instante la condición cultural de la mayoría de los militantes en las bandas armadas, lo primero que se comprueba es que en general se trata de elementos reclutados en el campo o los suburbios de las ciudades, de jóvenes sin ninguna formación. Es decir, de jóvenes desesperados, desesperanzados, confundidos, carentes de futuro inmediato, condenados a emplear la fuerza de sus músculos en trabajos inferiores y mal pagos, de conseguir quien les dé la mano. Por lo que, por desgracia, suelen terminar por la paga más o menos atractiva, ligados a una banda criminal armada o a los grupos que en las selvas y montañas se proclaman o disfrazan de revolucionarios. La gran mayoría de representantes del pueblo en el Congreso entiende, admira y respalda la labor del SENA. La reforma tributaria del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se ocupa en la recaudación y modalidades de conseguir  los recursos  para el  SENA; por su importancia el asunto  tiene con los nervios crispados a profesores, estudiantes y familias ligados a la institución. Los empresarios que conocen las bondades del sistema, temen que, de improviso, por cuenta de los cambios en políticas impositivas le den un golpe mortal, que seria de los más terribles que podría recibir la educación en  un país que intenta salir de la violencia y fomentar el desarrollo. Al parecer, la reforma busca reducir el impuesto de la renta para las sociedades, del 33% al 25%. Con el fin de sustituir esos recursos se crea un  impuesto general  a todas las sociedades: el impuesto a la renta para la equidad, del 8%. Existen serias dudas sobre el recaudo de esos montos a futuro, lo que pondría en vilo la existencia del SENA y otras instituciones como ICBF y el sistema de salud. Para algunos resulta positivo que se eliminen las contribuciones a los trabajadores que devenguen hasta diez salarios mínimos. Sobre tan compleja reforma el Legislativo debe hacer un estudio en profundidad, por cuanto no es solamente un asunto del resorte tributario. Es un tema de educativo, de justicia social y formación, que tiene que ver con el desarrollo, la competitividad y los valores democráticos que predicamos y defendemos los colombianos. Por medio de maniobras tributarias se pueden menoscabar y debilitar las instituciones, reducirlas o condenarlas a perecer.  El ministro Mauricio Cárdenas ha declarado que su proyecto es positivo y que les garantiza al SENA y otras instituciones sociales, en uno de los países con más desigualdad en el mundo, la supervivencia. Por tanto, le corresponde defender su proyecto con elocuencia, mayor información y cifras.