A largo de su discurrir Ucrania ha luchado por su autonomía. Aunque en el siglo IX el Ducado de Kiev es quizá el primer núcleo histórico del Estado ruso, los ucranianos han insistido en ser libres. En 1917 durante la revolución rusa crearon una república independiente. En 1923 fue transformada en república federal dentro de la URSS. Acontecimiento jubiloso en 1991, cuando declaró su independencia, reconocida por todos los países, aunque se mantiene controversia a propósito de la soberanía de Crimea.
Ahora se registra una pugna por asociarse con la Unión Europea -UE- o con Rusia. A fines del mes pasado el régimen ucraniano decidió no suscribir un acuerdo de cooperación y comercio con la UE, seguramente con la pretensión de optar por hacerlo con Moscú. Quizá tras crédito menos oneroso y atractivos precios para las importaciones de gas.
En la capital, Kiev, y otras ciudades, han surgido manifestaciones de protesta que prefieren el pacto comercial con la UE. Además exigen la dimisión del Presidente, su Gobierno y comicios pronto. Hace unos días el gobernante Viktor Yanukovich dijo que iba a enviar una misión diplomática a la capital de Bélgica para renegociar el acuerdo. La presencia en las calles de miles de jóvenes y personas que desafían las gélidas temperaturas hizo retroceder al Gobierno y se espera que cumpla con la UE, que ha dejado ver su molestia por la actitud del Gobierno ucraniano que, aparte de los acuerdos quiere de la UE una ayuda de 20.000 millones de dólares. La aceptación de Bruselas de la reunión implica compromiso. Ante la actitud del régimen ucraniano no serio, en la capital belga determinaron suspender conversaciones. Para el Gobierno ucraniano tal vez le resulta más fácil con Moscú. En la UE hay exigencias como reformas económicas y la liberación de la exprimera minisitra Yulia Timoshenko, quien está en la cárcel y sufre quebrantos de salud, y requiere atención médica especializada en Alemania.
Lo ocurrido exacerbó a los opositores que tornaron a llenar las calles. El Gobierno responde que continúa en su compromiso de la negociación con la UE. En esta pugna entre la UE y Rusia ya terció un senador estadounidense, John McCain, quien con énfasis respalda a los opositores del Gobierno ucraniano. Se agrega que Estados Unidos ya había anunciado la posibilidad de imponer sanciones a Kiev.
Es una encrucijada que debe resolverse pensando en lo mejor para el país eslavo que respete su autodeterminación; un acuerdo que favorezca los intereses ucranianos. Quienes protestan están desde luego por cambios políticos y un gobierno que garantice la libertad y trabaje por el progreso del país. Habrá que esperar las decisiones que se tomen y la evolución de los acontecimientos. Los ucranianos tampoco quieren ser manipulados por los poderosos. Ahora son independientes y no desean ser sometidos por intereses de fuera.