Entre los últimos descubrimientos, las tecnologías de las comunicaciones han significado una revolución mundial. El teléfono móvil, la Internet dominan las actividades humanas. Todo está regido por estas invenciones maravillosas que han traído mejora en la calidad de vida de millones de personas. Ningún lugar del planeta está al margen de estos adelantos de la ciencia. En la historia universal no se registra que un invento haya tenido la multiplicidad de usos como los de la era digital en la que el ciberespacio es el protagonista.
En el curso de los siglos siempre el ser humano ha investigado en el propósito de ir superando etapas. Cuando apareció el carro impulsado por motor arrancó el progreso y la era industrial, determinante en el crecimiento de economías como la de Inglaterra y Estados Unidos; el telégrafo fue otro logro que trajo cambios en las comunicaciones; la bombilla incandescente remplazó el alumbrado con velas y lámparas de aceite. Son los períodos en que se han ido transformando modos de vida y de trabajo. Aunque desde tiempos remotos aparecieron, astrónomos, pintores, filósofos y sabios que dejaron grandes enseñanzas, el avance material en el mundo arrancó con fuerza en el siglo XX, en especial a mediados de esa centuria surgieron tecnologías inimaginables en años anteriores relativamente recientes.
Ahora, computadores, celulares, tabletas, y demás aparatos del universo electrónico se masificaron. Respecto de la autopista de la información, Internet, está desplazando todo. Las transacciones bancarias, compra de mercancías, periódicos, consultas, todo lo imaginable se puede realizar mediante un clic. Estamos en la era del ciberespacio
Son indudables y vastos los beneficios derivados de la tecnología de hoy. Sin embargo, la delincuencia también ha asimilado la ciencia digital. Verdaderos expertos para obtener identidades, claves. El cibercrimen tiene su sitio en este espacio, que no es tan fácil controlar. Circula pornografía, se utiliza para amenazar, incluso se da el secuestro “virtual”. Difícil combatir aun en los países industrializados a las organizaciones delictivas que operan en la red. Aquí, por ejemplo, están activos los promotores de “pirámides”; atraen a la gente con mensajes en que ofrecen jugosas ganancias y no faltan los incautos o ambiciosos que caen. Pero no solo las captadoras ilegales se mueven en este escenario virtual. Cadenas de delincuentes expertos en sistemas sustraen dinero de cuentas mediante trucos y engaños a los titulares con los que consiguen las claves para actuar. La tecnología de vanguardia sirve igual en las tareas de espionaje que realizan gobiernos; esta labor tampoco está exenta de acciones de individuos expertos que han puesto en la mira del mundo información clasificada de países poderosos. Como todo en la vida tiene de positivo y negativo y hay que adaptarse, y desarrollar medidas para defenderse que la misma tecnología proporciona, y prepararse ya que en los próximos años todo se va a hacer vía Internet.