EL “El Plan de Mierda en Mali”, como lo denominó en un momento de discusión acalorada la Embajadora de los Estados Unidos en la ONU, consiste en apoyar y entrenar tropas locales con la finalidad de frenar el avance terrorista, para intentar reconquistar el norte del país donde los alzados en armas en pocos meses dominan extensas zonas y aterrorizan a la población. El plan aprobado por la ONU para reconquistar el norte cuenta con 450 instructores europeos, ayuda en armas y apoyo variado. Es posible que Francia tenga que enviar tropas para respaldar a su aliado de Mali.
Como en Colombia los estudios en historia y geografía se han degradado son pocos los que saben en donde queda Mali, incluidos los funcionarios de la Cancillería y los políticos, lo mismo que como no existe un tipo de formación geopolítica comparativa de los hechos se desconocen los contactos que existen entre los diversos continentes y países. Así como pocos entienden el ajedrez internacional. Las disputas religioso-políticas y las determinaciones de las grandes y medianas potencias o de los países en ascenso. Son raros los que asimilan el hecho comprobado de la evolución del negocio de la esclavitud que se extendió en forma en el África en el momento que el oro de América apareció en el mercado internacional en tan grandes cantidades que hizo que el preciado metal africano que tradicionalmente se les vendía a los europeos se desdeñara por el elevado costo de extracción y transporte. Así que los jefes de las tribus africanas que sostenían continuas guerras resolvieron comerciar y vender masivamente a los guerreros y vencidos de otras tribus a los árabes, que los revendían a los europeos, como una manera de compensar la caída del oro y los altos costos de extracción que de momento rebajaban sus ingresos. Lo que contribuyó a la masiva llegada de africanos a esta región del globo.
Por lo mismo, por desinformación, en Colombia ni la diplomacia, ni la Federación de Cafeteros en su momento, ni nuestro delegado en el Banco Mundial, que suele ser un exministro de Hacienda, se percataron de la trascendencia de la decisión de Estados Unidos y del BM, de conceder cuantiosas sumas a Vietnam para que cultivara café. Mientras en el país se rebajaba la calidad y entraba la roya. Hoy Vietnam rivaliza con Brasil en cuanto a la producción mundial. Y en Colombia, tercer productor mundial de café, los planes de los cafeteros se complican con las ventas masivas de café arábigo brasilero que empuja a la baja el mercado mundial, puesto que los brasileros por la revaluación del dólar sacaron sus reservas al mercado y consiguieron grandes utilidades.
Pocos siguen aquí la evolución de los hechos en Mali, con la intervención de Francia, gobernada por Francois Hollande, un socialista que se dice anticolonialista, que se embarca en un conflicto contra un sector de los musulmanes africanos sumidos en sangrienta guerra interna. El conflicto de Mali tiene que ver con los efectos de la primavera árabe y la intervención militar de las potencias en Libia, contra su antiguo aliado por décadas, Gadafi. Al culminar la guerra con la muerte del déspota los fieros milicianos tuaregs de Ansar Dine, que habían permanecido por muchos años relativamente calmados, después de combatir como mercenarios al lado del caudillo libio, volvieron a Mali armados hasta los dientes; ellos cuentan con baterías antiaéreas que saben manejar. Y sedientos de poder se aliaron a los yihadistas de Al Qaeda del Magreb Islámico. Y entraron a luchar en un territorio gigantesco y de valor geopolítico excepcional.
Mali figuraba desde su independencia como una democracia estable, tenemos que la tolerancia con sectores armados subversivos, los factores exógenos y la miseria propiciaron el actual conflicto armado. Parte del ejército entrenado por Estados Unidos y desmoralizado por el débil apoyo civil, terminó por engrosar las filas de la subversión. ¿Qué pasaría en Colombia, donde por más de medio siglo sobreviven varios grupos subversivos, si Venezuela después del comandante Chávez deriva a un conflicto de guerra civil? Lo más posible, según el parecer de expertos geopolíticos, es que en ese escenario hipotético, por los lazos que existen entre los grupos subversivos colombianos y elementos influyentes de ese país y de Cuba, como por los diversos factores que tienden a la balcanización de la periferia colombiana y el denominado efecto dominó, la llama de la contienda se extendería a las dos naciones. Y si no se intenta a fondo el desarrollo de la periferia del país en Colombia nunca habrá paz. Por eso hemos propuesto sembrar de árboles 6 u 8 millones de hectáreas en la Orinoquia, que serían la redención de esa extensa región y su incorporación al desarrollo colombiano.