Pese a las condenas y advertencias de la comunidad internacional, el régimen de Nicolás Maduro aumenta las medidas represivas contra la oposición en Venezuela, esta vez apuntando a la propia candidata presidencial María Corina Machado, a quien ayer la Fiscalía General, un ente abiertamente cooptado por el chavismo, decidió vincular a un nuevo proceso penal, esta vez bajo la sindicación de incurrir presuntamente en “acciones desestabilizadoras” en el país, instigando un alzamiento popular.
Como se sabe, la líder política en octubre pasado se impuso mayoritariamente en las primarias de la oposición y algunas encuestas independientes señalan que tiene el suficiente apoyo popular para imponerse ante Maduro, claro en unos comicios transparentes y con vigilancia internacional.
Precisamente, por ese respaldo masivo, que se manifiesta en multitudinarios mítines electorales en muchos estados, la dictadura, incumpliendo los compromisos que había firmado en los Acuerdos de Barbados, instigó ante el Tribunal Superior de Justicia ‒otro ente al servicio de la satrapía‒ para que confirmara la sanción de inhabilitación política dictada tiempo atrás contra Machado por cuenta de la Contraloría General, que también sigue las indicaciones de Maduro y compañía.
Es más, quien fuera contralor general hoy preside el Consejo Nacional Electoral, la misma entidad que semanas atrás decidió ‒afanosamente‒ fijar para julio próximo los comicios presidenciales, desoyendo a la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, que exige no solo la habilitación de Machado, sino que advierte que no reconocerá legitimidad alguna a unas elecciones de las que ella no haga parte.
En su radicalización, ahora la dictadura, por intermedio de la Fiscalía, decidió procesar penalmente a Machado al sindicarla de incurrir en “acciones desestabilizadoras” en el marco de las protestas que se han llevado a cabo en todo el país contra las decisiones del chavismo para quitar del camino a la líder política más fuerte de la oposición.
No se trata de un hecho menor, ya que en el marco de esta polémica causa judicial las autoridades ya capturaron a dos cercanos colaboradores de Machado, dirigentes de su partido Vente Venezuela. Ya otros cinco de sus alfiles habían sido arrestados días atrás y hay varias órdenes de detención pendientes. Así las cosas, la posibilidad de que la Fiscalía también proceda a tratar de encarcelar a la candidata es alta.
La pregunta, entonces, es una sola: ¿qué hará la comunidad internacional si la dictadura procede a capturar a Machado?