Cuarentena y salud mental | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Marzo de 2020
  • Asesorar hogares para sobrellevar aislamiento social
  • Mecanismos de reacción ante violencia intrafamiliar

 

Al arrancar hoy la cuarentena general para casi cincuenta millones de colombianos es necesario que todos estén preparados para manejar las tensiones propias y naturales que tendrá el confinamiento social determinado por el Gobierno como una de las principales medidas para frenar la curva de contagios del Covid-19. No es un tema menor e incluso el Ministro de Salud anunció que con las federaciones de Sicología, Psiquiatría y otras especialidades relacionadas se llegó a un acuerdo para habilitar líneas de asesorías telefónicas y virtuales a todos los hogares con el fin de guiarles en materia de pautas de comportamiento durante este período obligatorio de encierro en sus casas, apartamentos y demás sitios de residencia.

Se trata de un reto de marca mayor, no solo porque el país nunca había afrontado una emergencia que obligara a que toda la población se refugiara en sus casas, sino que, además, para nadie es un secreto que en Colombia han venido aumentando de forma lenta pero progresiva distintos comportamientos conductuales anómalos entre la población. Así lo evidencian las estadísticas sobre remisión a consultas psicológica y psiquiátrica de los usuarios de las EPS, que año tras año se incrementan. De hecho la última Encuesta sobre Salud Mental en nuestra nación puso de presente que cada vez hay más casos de ansiedad, depresión y otros trastornos en el ámbito  individual y su relacionamiento familiar y social. De igual manera ha subido la cantidad de pacientes a los que se les ha recetado algún tipo de medicamento para tratar distintos desórdenes en este campo.

En medio del alud informativo de las últimas semanas en torno a los protocolos para enfrentar la pandemia, los expertos en salud mental a nivel mundial y nacional han sido especialmente insistentes en la necesidad de que las familias que están en aislamiento social apliquen una serie de recomendaciones básicas sobre cómo sobrellevar esta emergencia. Por ejemplo, sugieren que se establezcan al interior de las familias algún tipo de acuerdo básico sobre la distribución de tareas, los mecanismos para adelantar de forma tranquila y eficiente la modalidad de teletrabajo, las reglas sencillas que deben cumplir los estudiantes para llevar a cabo su educación virtual así como el establecimiento de los consensos necesarios para aplicar los métodos preventivos e higiénicos que ayuden a limitar al máximo el riesgo de contagio del coronavirus.

Algunos especialistas también recomiendan acudir a fuentes fiables y serias en la red digital con el fin de conocer técnicas sencillas pero útiles que se pueden poner en práctica en medio de esta coyuntura inédita para los colombianos. Se trata de tips muy básicos sobre manejo y respeto de los espacios individuales, mecanismos para mantener la calma en medio de una situación cada vez más preocupante, métodos para paliar el estrés y las tensiones propias del encierro, cómo explicarles a los niños por qué no pueden salir a la calle… También se aconseja escoger una serie de actividades lúdicas para propiciar el fortalecimiento de los lazos familiares y el aumento del principio de solidaridad en una emergencia en donde del comportamiento de cada persona depende sustancialmente la salud de sus seres queridos.

Es urgente, de igual manera, que las autoridades establezcan mecanismos agiles para que se pueda denunciar cualquier caso de violencia intrafamiliar y proceder de manera rápida a activar los sistemas de protección para la persona agredida o en riesgo de serlo. No menos importante es lo relativo a prevenir posibles situaciones de agresión sexual al interior de los núcleos familiares que estarán en aislamiento social por lo menos tres semanas. Incluso urge preparar a los hogares sobre el relacionamiento con las personas enfermas o hasta en el manejo de los duelos en caso de muertes por esta enfermedad viral.

Como se ve, si bien es cierto que es urgente proteger la salud física y la vida de toda la población, también es prioritario hacerlo en lo referente a la salud mental. No es un asunto menor como pudieran pensarlo algunos. Por el contrario: mantener la unión, el cariño, el respeto y los sentimientos de solidaridad en cada núcleo familiar es determinante para que entre todos nos cuidemos y para que colaboremos, de manera consciente y decidida, con los protocolos sanitarios que eviten que la epidemia se dispare en nuestro país como está ocurriendo, lamentablemente, en algunas naciones de Europa, especialmente Italia y España.

Como lo hemos reiterado en estas páginas: cada colombiano es un soldado en esta batalla por la vida, y sus familias, podría decirse, los batallones que garantizarán que saldremos adelante.