El triunfo de la selección Colombia el jueves pasado ante su similar de Bélgica, uno de los equipos revelación en las eliminatorias mundialistas europeas, no hizo más que confirmar que el combinado criollo que dirige el profesor José Pékerman mantiene el nivel que lo llevó a terminar segundo en las clasificatorias suramericanas para Brasil 2014.
La próxima semana el rival será de mayor exigencia, pues Holanda es un equipo lleno de jugadores que son estrellas en ligas tan exigentes como la premier inglesa, la alemana, el calcio italiano y la española.
Habrá que esperar este cotejo para sacar conclusiones en torno a cuáles son los jugadores que poco a poco se van atornillando en la nómina que será convocada para la máxima competencia a mediados del próximo año en el gigante suramericano.
Sin embargo, es mejor mantener los pies sobre la tierra, ya que se empiezan a multiplicar las voces que hablan de una selección colombiana de un nivel superlativo que, desde ya, permite prever que será uno de los equipos a tener en cuenta para cosas grandes en Brasil. También se escucha a comentaristas y analistas sostener que el equipo debe ponerse como meta mínima el llegar a los cuartos de final en el Mundial, pues de lo contrario se podría catalogar como decepción la presentación en Brasil.
Esa clase de triunfalismos calenturientos o de metas imperativas ya nos condujeron a una decepción muy grande en Francia-98. La prensa especializada debe ser la primera en dar ejemplo de ponderación y cautela. Es claro que tenemos un equipo competitivo, pero hay falencias que deben ser corregidas y, además, todavía falta mucho tiempo para que se escuche el primer pitazo mundialista. Los jugadores que hoy están en determinado nivel, ya sea bueno o malo, podrían tener uno distinto en la antesala de la cita en Brasil, cuando se tenga que hacer la convocatoria definitiva.
Lo mejor es ir paso a paso. Hay que cerrar un 2013 por todo lo alto y el partido ante Holanda será un buen termómetro. Pero no se puede perder de vista que se trata de un cotejo amistoso y por más campanillas que ambas escuadras tengan, no hay que darle excesiva trascendencia al resultado, sea cual sea. Obviamente, nuestro deseo es que Colombia se imponga con categoría y calidad al equipo naranja, pero, como se dijo, todavía falta mucha tela por cortar y sólo en el segundo semestre de 2014 empezará la etapa definitiva de la convocatoria.