¿Cómo va el ajuste a la salud? | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Septiembre de 2019
  • Dos ópticas distintas pero ciertas
  • Crisis estructural y plan de choque

 

Hay dos formas de analizar la situación del sistema de salud en Colombia. Una primera puede fácilmente concluir que la crisis estructural se mantiene, a tal punto que en lo que va corrido de esta semana ya la Superintendencia del ramo tomó posesión de la EPS Cruz Blanca con el fin de salvaguardar la prestación de los servicios a los usuarios, al tiempo que la Procuraduría General solicitó a esa entidad de control y vigilancia intervenir de manera inmediata la EPS Coomeva y adelantar acciones que garanticen la prestación del servicio a cerca de dos millones de afiliados que podrían estar en riesgo. De igual manera, se está a la espera de nuevas medidas sobre la EPS Medimás, que lleva varios meses en el ojo del huracán.

A ello se suma que semanas atrás la Defensoría del Pueblo presentó un informe según el cual el año pasado se registraron 607 mil acciones de tutela, de las cuales más de 207 mil correspondieron a la salud, la cifra más alta desde que se creó este recurso de amparo en la Constitución del 91. Es decir que cada 34 segundos se presenta en algún lugar del país una tutela por violación a este derecho. Adicionalmente el último reporte, en mayo pasado, de la Asociación de Clínicas y Hospitales daba cuenta de deudas pendientes por encima de los 10 billones de pesos, con corte a 2018, el 60 por ciento de ellas morosas. Y, de igual manera, gobernadores y alcaldes continúan advirtiendo sobre la inminencia del cierre de no pocos centros asistenciales debido a una crítica situación financiera. Y, como colofón de todo este crítico escenario, Procuraduría, Fiscalía y Contraloría adelantan infinidad de procesos por presunta corrupción y desgreño administrativo con los presupuestos del sector salud…

Una segunda óptica sobre lo que está pasando con el sistema podría llevar a una conclusión distinta, en el sentido de que los planes de ajuste para resolver de fondo la crisis estructural están aplicándose a buen ritmo. El Superintendente de Salud, en reciente debate en el Congreso, explicó que aprovechando la nueva ley que le da más “dientes” para vigilar y sancionar a los actores del sistema, está en marcha un ambicioso mecanismo de salvamento a EPS, clínicas y hospitales, en medio del cual se están tomando medidas drásticas -y vendrán más- contra las instituciones que no sean capaces de ofrecer un servicio de calidad y oportuno a los usuarios. De igual manera, en el último año cerca de un billón de pesos han acordado pagar las EPS y varias secretarías municipales y departamentales a los hospitales e IPS del país, a través de las mesas de flujo de recursos y las jornadas de conciliación de deudas. A ello se suma que el Ministerio de Salud viene trabajando intensamente en la aplicación de la norma de “Acuerdo de Punto Final” que el Gobierno introdujo en su Plan Nacional de Desarrollo con el objetivo de conciliar y saldar las deudas que por años se han acumulado en el sector salud, tanto en el régimen contributivo como en el subsidiado, generando así ahora una mayor liquidez a EPS, IPS y el sistema en general. El mismo Plan plantea, además, mecanismos para mejorar el acceso a los servicios de salud, la definición de un nuevo marco de calidad en los mismos así como subsidios parciales para la población no pobre pero que no tiene capacidad de pago para cotizar en el régimen contributivo. También está en marcha un amplio proceso de fortalecimiento de hospitales públicos, tanto en materia de infraestructura como de saneamiento financiero. Incluso, en el proyecto de Presupuesto General para 2020, que discute el Congreso, las mayores asignaciones son para educación, trabajo y salud y protección social…

¿Cuál de esas dos realidades pesa más? Aunque suene un poco paradójico lo cierto es que ambas tienen piso cierto. Hay problemas financieros graves en varias EPS así como una crisis económica y de calidad de servicio muy profunda en no pocos hospitales y clínicas, en tanto que la ‘tutelitis’ y los escándalos de corrupción están a la orden del día. Pero también hay un proceso de ajuste fuerte a las EPS así como a los centros asistenciales, con medidas y sanciones fuertes. Es evidente, igualmente, que hay un flujo de recursos mayor y una parte de las deudas históricas se están pagando aceleradamente.

En un país marcadamente pesimista, el llamado es apostar por esta segunda óptica, pues es claro que se están aplicando correctivos de fondo para empezar a solucionar una crisis grave y, sobre todo, estructural. Claro que falta mucho camino por recorrer para tener un servicio de salud oportuno y humanizado. Pero lo importante es que se avanza y los resultados se empiezan a sentir en el día a día.